MARTES, DÍA 30 DE JUNIO
EL PLENO SE APLAZÓ EN UN MOMENTO CRÍTICO
Estaba leyendo el Secretario con aire de mal locutor, porque se oía a si mismo, regalándose sus oídos, el decreto que informaba sobre la liquidación del presupuesto de 1990, cuando avisaron al compañero de la ex-mujer del alcalde de algo; este salió y cuando el anterior daba su impresión sobre las cuentas mencionadas, un policía local habló con el portavoz de IU, que inmediatamente, no era para menos, dio el mensaje al Presidente de la Corporación Municipal y que se tenía que ausentar, según señaló el mismo, porque le comunicaron que uno de sus hijos, el que se llama como él, el primogénito de su primer matrimonio había sufrido un accidente y que se temía que era al grave; ocurriendo este cuando en un encuentro de fútbol, en el campo de La Calera, se golpeó con la valla que lo rodeaba.
Aunque dejo que su puesto lo ocupara el Primer Teniente-Alcalde y deseó que el mismo siguiera, tras unos momentos de incertidumbre y con un ambiente enrarecido, lógicamente, se acordó su aplazamiento hasta el sábado a las diez de la mañana, lo que obligaría a venir a Antonio Jiménez y a Paco Vergara, tener que venir desde Fuengirola, donde se celebraba una reunión de la Comisión Permanente del PA, a la que pertenecían.
El Pleno transcurría hasta entonces con una cierta normalidad y con muchos puntos relacionados con el urbanismo y que quedaron pendientes porque exigían mayoría absolut y con la ausencia que se producía, añadida a la dimisión de un Concejal de IU, no la obtendrían. Eso sí, ya en sus comienzos el ambiente fue tenso por la pretensión de la Alcaldía de que se votaran en bloque todas las urgencias; cosa que por supuesto tampoco fue aceptada.
En definitiva la Hermandad de la Borriquita, cuya petición estaba incluida en las mencionadas urgencias, tendrá que esperar de nuevo.
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