156 .- DON CRÍSPULO CALZASVERDES ( II )
Don Críspulo Calzasverdes
vende fruta en el mercado,
mandarinas, nunca verdes,
y precios muy arreglados:
pero la gente de teme,
porque es sin duda un "coñazo",
pues en vez de oír a los clientes
cuenta excelencias de su asno.
Don Críspulo Calzasverdes
es ma rudo que un arado,
y el yantar mucho le pierde,
tragando más que un marrano;
tantos kilos que padece
no son frutos de regalos;
es por afición que siente
por lo dulce y lo salado.
A Críspulo Calzasverdes
como a todos los humanos,
un día llégale la muerte,
y lo coge descuidado;
no hay caja donde meterle,
ni nicho donde enterrarlo,
ni fúnebres que lo lleven
con rezos, al camposanto.
Don Críspulo Calzasverdes
sigue siendo afortunado,
por el burrito que tiene,
que se ocupa de estos fastos,
dándole entierro solemne,
a pesar de ser tan asno,
porque supo desde siempre,
donde esconde aquel sus cuartos.
El Viso del Alcor, 24 de Abril de 2024
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