118 .- EL CLAVEL Y LAS ROSAS ( II )
Dónde se habrán escondido,
dice el clavel enojado,
él ignora su cobijo,
dentro del coto cerrado.
Mas, las rosas, sin embargo,
bien conocen su destino,
pues apenas de iniciado
el juego, fue ya concluido.
Al clavel, muy sorprendido,
la pena lo está ahogando,
no quiere saber de sinos,
y desea seguir jugando.
Alguien rosas ha cortado
para lucir colorido,
su aroma se están llevando,
dejando al clavel herido.
En un ramo bien florido,
las rosas están llorando,
son lágrimas de rocío
que dilatan sus encantos.
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