miércoles, 27 de diciembre de 2023

OTRO VEINTIOCHO DE DICIEMBRE

LA VIDA ES UNA INOCENTADA

        Inocentada es nacer,
sin catarlo, ni beberlo,
inocentada es morir,
por obligado precepto.

        El mundo que nos rodea, 
está, de inocentes, lleno,
unos por correr de prisa´,
otros por marchar muy lento,
y aquel que anda normal,
es el loco del momento, 
por creer, el inocente,
que, de su andar, es el dueño.

        Inocentada es creer
que el hombre es un ser perfecto,
inocentada es pensar
que el vivir es un gran premio.

        El solar donde moramos,
está, de inocentes, lleno,
el padre por ser el padre,
la madre por sus desvelos
y los pobrecitos hijos
por ser dóciles corderos.

        Inocentada es reír,
cuando corren buenos vientos,
inocentada es llorar
en los trágicos momentos.

        Los caminos del amor,
están, de inocentes llenos,
alegres viven algunos,
y andan cargados de cuernos,
otros lloran de amargura
por ser hijos de los celos
y creer, los inocentes,
que se la han dado con queso.

        Inocentes somos todos,
la inocencia es el premio
que, sin querer, recibimos
al tiempo del nacimiento,
nos acompaña por siempre
hasta el fin de nuestro tiempo
y, en algunas ocasiones,
por mor del destino fiero,
sigue con el inocente, 
incluso, después de muerto.


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