viernes, 24 de noviembre de 2023

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
DOMINGO, DÍA 23 DE FEBRERO

                                        LOS NERVIOS DE LA PRÓXIMA AUSENCIA 

                    Todos quieren tenerla con ellos y a nosotros nos pasa igual; por eso, al hacerse firme de que se nos va por una temporada, nos ha entrado el desconsuelo.
                    Lo que ocurre es que algunos saben disimular más y mejor que otros; mientras que Adela, su hija, no se encuentra dentro del grupo de los citados anteriormente; y su malhumor, peor disimulado, altera mucho la situación que vivimos todos.
                    Y ella, mi segunda madre, que así siempre la he considerado, por su manera de ser, por su prudencia, por su alegría y muchas razones más, aunque se ríe en estos momentos por fuera, tratando de ser la misma, sufre por dentro; llegando incluso a pensar, con muchas dudas, si está bien lo que va a hacer, después de las cosas que ha vivido en otras ocasiones similares, lo que le pasara y pesara en ellas y de las que se desahoga con nosotros principalmente.
                    El único consuelo que tenemos es que como todos coincidimos en que el tiempo pasa muy rápido; pronto la tendremos con nosotros y madre e hija volverán a estar juntas, volverán a discutir por cosas intrascendentes, que en el fondo es el mejor síntoma de que se quieren de verdad y mucho. ¡Ah! Y
su alegría y ganas de vivir nos la irá contagiando a todos, que también la queremos de verdad y mucho.



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