VIERNES, DÍA 31 DE ENERO
¿ VALDRÁ LA PENA ?
No quiso dar la cara donde se la tenía que haber lavado, y con la excusa de no entrar en polémica eludió la confrontación; sobre todo, pienso yo, porque tendría poco que decir en contra de nuestras acusaciones y menos delante de la gente.
Al día siguiente y ante los micrófonos de Radio Alcores, buscando la soledad y sin nadie que pudiera replicarle, se despachó a gusto, añadiendo a los calificativos que mereció en el pleno, el de su cobardía.
No lo oí, pero me dijeron que lo más bonito que había dicho en referencia a mí, era el de considerarme como un sinvergüenza, entrando incluso también en el plano personal, -el que tiene mucho que callar-, y en el profesional, -del que tampoco puede lanzar ninguna piedra-, olvidándose, sin embargo, del político.
Volvió a convertirse en ayudante de la divinidad, asegurando cosas que no dependen lógicamente de él, ya que no pone ni quita alcalde a su voluntad. Amenazó todo lo que pudo y quiso, llegando hasta pensar por mí, anunciando mi obsesiva pretensión de volver a ocupara el sillón de la alcaldía, que sólo está destinado a quien él quiera. Pobre argumento este, sinceramente, porque desconoce cuáles son mis verdaderos intereses en mi vida, que por supuesto están bien lejanos de vivir de la política.
La verdad es que yo no quiero perder mi tiempo escuchando descalificaciones gratuitas, ni tampoco me quitan el sueño estas. Sin embargo, en más de una ocasión me pregunté: ¿Valdrá la pena esta lucha?...
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