102 .- EL GALLO (III )
Deciden que al gallo ruin
hay que dar un escarmiento,
se le pintará de gris,
oscuro, todo su cuerpo.
Convertido en hazmerreír
se le donará un espejo
y no podrá presumir
al verse feo como un cuervo.
Mas, sin embargo, en su fin
tórnase en feliz el cuento,
le basto a Kiquiriquí
que le entrara un leve muermo.
y se entregó a dulce sueño,
viéndose esbelto, sutil
y dueño del gallinero.
Qué sandez, pobre de mí,
si a las gallinas yo quiero,
mejor dejar la perdiz
para el perro perdiguero.
Suena un tiro de fusil
por aquellos derroteros.
¿Habrán dado a la perdiz
ahora, que ya no la quiero?
Pronto se descubre el fin,
la perdiz inicia el vuelo
y su figura gentil
se dibuja por los cielos.
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