RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

 

Viernes, día 8 de Diciembre

                    TRISTE NOTICIA LA QUE NOS LLEGA DE CANADÁ Y MIENTRAS TANTO, AQUÍ, EN PARTE DE ANDALUCÍA, SIGUEN PADECIE DE LOS TEMPORALES DE LLUVIA Y VIENTO NDO A CONSECUENCIA

                    Un misógino enloquecido sembró de muerte un aula de una universidad canadiense. Entrando en ella separó a los hombres de las mujeres y disparó brutalmente contra ellas, culpándolas de ser la causa

de su desequilibrio. Luego se suicidó.

                    Ahora se plantean las autoridades un mayor control para la adquisición de las armas, que como en esta ocasión de locura originó esta terrible tragedia. Y me pregunto ingenuamente yo, pero no sería mejor que la prohibición de su uso el que no se fabricaran. ¿Quién devuelve ahora la vida a esas jóvenes estudiantes?

                    Desgraciadamente el mundo nos ofrece cada día y con más frecuencia hechos como estos; que sólo sirven para demostrarnos que vivimos en una Tierra de locos, de fabricantes de dementes y de utensilios para autodestruirnos, porque al parecer de no pocos, sobramos ya muchos en ella.

                    Y mientras tanto por nuestra cercanía seguimos sufriendo los estragos de una descontrolada lluvia que vuelve a llevarse en su furia nuevas víctimas mortales. El río Guadalhorse se encabritó por enésima vez, lo que ya no sorprende a los malagueños, que han puesto sus esperanzas para salir de su desesperación, no en las ayudas que les llegarán a cuentagotas y de forma insuficiente para reparar tanto daño, sino en la lotería de Navidad, que se agotó en dicha zona. En el Campo de Gibraltar no es menos crítica y La Línea, con el Peñón de permanente vigía también se ahoga en su desesperanza; y para completar el cuadro, nuestra Sevilla, concretamente en Aznalcázar, al pantano no le fue suficiente que le abriera su boca, el agua sobrepasó la presa y obligó a no pocos vecinos a que abandonaran sus hogares.

                   

                    Lo más triste es pasar de una terrible sequía en el estío a tener que abrir las compuertas de los embalses que se encuentran a más del 90 % de su capacidad y obligar a que se derroche el agua de los mismos.