viernes, 25 de agosto de 2023

ALGO SE MUERE EN EL ALMA CUANDO UN AMIGO SE VA


                    AYER SE NOS FUE OTRO BUEN AMIGO, VALENTÍN GALBÁN GARCÍA

                    La última vez que estuvimos con él fue justo hace un año en Santa Cristina, cuando vinimos a pasar unos días con nuestro hijo mayor, José Ángel, que se había roto la clavícula en una caída en bicicleta y tenían que intervenirlo. A Valentín lo encontramos estupendamente, aunque estaba pendiente de una operación, a la que no daba importancia, porque se sentía bien y sin ninguna molestia. Como residía en Sada, bien cerca de aquí, donde ahora volvemos a estar unos días para evitar los calores del sur, con nuestro hijo, no tuvo pereza y se vino a pasar la tarde con nosotros, y la verdad es que disfrutamos de un buen rato, la mar de agradable, recordando tiempos compartidos en El Viso del Alcor y contándonos anécdotas vividas, en donde él, igual que su hermano Paco, ejercieron su magisterio.
                    Valentín fue un excelente conversador y además tenía una chispa y gracejo natural en su comunicación.
                    Anteriormente, aunque hace ya casi una quincena de años y a pesar de las distancias, en los días cercanos a la boda de nuestro hijo, al que consideramos ya como medio gallego, nos habíamos encontrado en Santa Cruz, compartiendo mesa y recuerdos.
                    Nunca perdimos el contacto con él y de verdad que aquella última vez que estuvimos juntos lo vimos fenomenal, incluso después de aquella tarde nos comprometimos a vernos de nuevo; pero este intento fue fallido, porque empezaron a hacerle pruebas para su operación y por otra parte, encontrándose nuestro hijo mejor, emprendimos la vuelta a nuestra casa.

                    Muchos jóvenes visueños, que ya empezarán a peinar canas, seguro que lo recordarán, antes de marcharse de maestro a Dos Hermanas.
                    Recuerdo cuando en vacaciones bajaba a nuestro pueblo con toda su prole, para pasar unos día con su hermano Paco, maestro y profesor de Educación Física, y nuestra amiga Angelines. Así como cuando sus hijos crecían, encontraban buenos amigos, entre los que se encontraban los nuestros.
                    Recuerdo cuando ennoviado subía en vespa desde El Viso hasta Galicia, llevando a cabo una auténtica heroicidad, rayando con la locura.
                    Recuerdo, según él mismo, los muchos amigos que dejó en nuestro pueblo adoptivo, los excelentes momentos vividos en el Bar España, y con una memoria prodigiosa hablaba de todos ellos, sin olvidar ni siquiera de sus nombres, a pesar de pasar medio siglo.

                    Otro buen amigo que se nos fue, y uno piensa, ya estando en la propina de la vida, que cualquier día seremos nosotros los protagonistas de estos pesares para los demás con nuestra marcha de este mundo y ojalá que haya gente que no sólo penen por estas desapariciones inevitables, sino que nos recuerden con el mismo cariño y afecto que hoy sentimos por ti, querido Valentín.
                    ¡Descansa en paz, amigo del alma! Y ten la seguridad de que mientras estemos en este mundo, vivirás en el arcón mágico de nuestra memoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario