miércoles, 14 de junio de 2023

UN AÑO ANTES DE LAS BODAS DE ORO

  

 

Domingo, 24 de marzo de 2019. 

A 61 días de las BODAS DE ORO 

(Continuación) 

 

            LA CELEBRACIÓN (I) (TENEMOS TODO UN AÑO PARA SEGUIR ESCRIBIENDO SOBRE EL TEMA, ANTES DE CUMPLIR LOS 81) 

 

             Acertamos en la elección del Catering “LA VEGA”. Catering de nuestro amigo José Antonio Cordero que, con seriedad y mucho trabajo y esfuerzo, ha ido creciendo alcanzando, una alta cualificación. Desde aquí lo felicitamos y le animamos a seguir con las mismas pautas de buen hacer. La calidad de los aperitivos, la variedad de lo ofrecido, la presentación de los mismos, el correcto servicio, la bien montada mesa de los menores y el buen trato del personal de servicio, nos satisfizo sobremanera. 

             El informal coctel transcurrió en un muy buen ambiente, La comunicación se fue agigantando entre los presentes hasta las altas cotas de estar muy “a gustito”. El tiempo corría juguetón, sin parar de restar partículas de festiva tarde. Comimos y bebimos con unos y con otros, intercambiamos   conversación con unos y con otros, probamos de casi todo lo que nos ofrecían, llenamos y volvimos a llenar las copas y no nos cansamos de hablar, de reír, de comer, de beber y de disfrutar. En medio de aquella divertida “marabunta” dimos gracias y nos reconocimos afortunados y tuvimos la gratificante fortuna de comprobar lo que nos quieren y nos aprecian los familiares, los amigos y sus (nuestros) descendientes. Obligados estamos a corresponder de la misma manera como bien nacidos. 

                  Y la fiesta continuó, y las sorpresas fueron aflorando como imparable rosario de momentos inolvidables. Clemen nos volvió a demostrar sus dotes de escritor, aunque él no se lo crea, ni lo acepte como verdad. Lo bien escrito gana mucho cuando mejor se dice. Es entonces cuando la esencia de lo dicho, cala y penetra en las entretelas de los oyentes. Y Clemen, con el tono justo, con la difícil naturalidad de lo muy querido, con las convincentes palabras de lo auténtico, se emocionó y nos contagió su emoción. El silencio fue mudo testigo de su buen sentir y decir. Lo escucharemos de nuevo, como gratificante medicina para nosotros, sus padres, y para sus queridos tíos. Antes de intervenir Clemen, los pequeños nos entregaron una serie de dibujos realizados por ellos, en los que pusieron de manifiesto sus mejores cualidades pictóricas, sus sensibilidades y su amor a los abuelos. Muestrario para ver con más tiempo. 

             No sé, ni en qué momentos, ni quienes nos lo entregaron, recibimos y retuvimos en nuestras manos unos sobres sorpresa, con los nombres de cada uno de nosotros. Regalo a la vista y, por su formato, viaje. Contenido: Viaje a Madrid en AVE, alojamiento en el hotel Wincci Soho, Visitas al Museo del Prado y al Reina Sofía, entradas para el musical West side story y tour turístico en bus. Viaje completísimo de dos días a la Capital de España, regalo de los invitados. Idea de Auxi, aceptada por todos. 

                  A la madura, sensata, amorosa y gratificante palabra de Clemen, siguieron, para sorpresa nuestra, los sones de los más pequeños. Abrió el fuego Bianca con unas más que profundas palabras de amor hacia su “abuelo Pepe” y a su tío Clemente, homenajeados del día, mostrando su gratitud a sus seres queridos. Fue un inesperado flechazo de amor auténtico, manifestado en público, por uno de los muchos ángeles visibles e invisibles que nos acompañaron en la celebración. Martina visiblemente emocionada se separó del grupo, con lágrimas en sus ojos, incapaz de leer en su momento, hasta que se sobrepuso y nos pudo leer su emotivo parlamento. Cristina y Adela volvieron a elevar el tono emotivo de la palabra con sendas lecturas. Cristina, émula de su hermana Bianca, engarzadas de lleno en la familia, volvió a emocionarnos y Adela, con aspiraciones de “cuentista oficial de la familia”, nos regaló un elevado cuento, en el que no faltaron plumillazos y retratos nuestros. Alejandra prefirió regalarnos una actuación de violín, a su palabra, recibiendo grandes aplausos de los presentes, conocedores de las dificultades que encierra dicho instrumento. 

                 Nueva sorpresa. El pequeño escenario era insuficiente para acoger a todos los componentes del numeroso y muy especial coro. ¡Las cosas de nuestro hijo Diego! Partituras en manos, sin tiempo de ensayo, nos regalaron una versión de la canción de la familia Aragón “Hola don Clemente, hola don José”, que pos su chispa y simpática adaptación transcribo seguidamente:  (Diego acompañó con su guitarra al improvisado coro de voces mixtas) 

    Eran dos tipos requetefinos, 

eran dos tipos muy  hermanaos, 

eran dos tipos muy instruidos, 

eran dos profes ya jubilaos. 

    Si se encontraban en el colegio 

o se encontraban en el café, 

siempre se oía a los de Melilla 

y el saludito de don José. 

¡Hola don Clemente! 

¡Hola don José! 

¿Echó usted la quiniela? 

La quiniela yo la eché. 

¿Vio usted a mi Adela? 

A su Adela yo la vi. 

¡Adios don Clemente! 

¡Adios don José! 

         Si se encontraban en “Manolito”, 

Con el  Camilo y José Manuel, 

Rafa, Antonino, Chari y Marina 

 y el saludito de don José. 

¡Hola don Clemente! 

¡Hola don José! 

¿Pintó usted una plumilla? 

Un retrato yo acabé. 

¿Vio usted al Sevilla? 

Al Deportivo y al Alavés 

¡Adios don Clemente! 

¡Adios don José! 

                 Los aplausos y las risas se hermanaron al final de la actuación, otro puntazo sorpresa para sumar a los anteriores. Todos los presentes sabían todo lo por pasar, menos los inocentes octogenarios, obnubilados, ofuscados por las continuas sorpresas que, la verdad, no daban tiempo, en su profusa aparición, a ser digeridas del todo. 

                 Por la presencia de una pantalla y de un proyector, esperábamos, como se confirmó posteriormente, una producción “cinematográfica” de los artistas del día, “Los Clemente”. Aunque desconocíamos el contenido de la misma. Realizador, Ángel y colaboradores destacados, Clemen y Ale. Muy buena música y entrañables fotografías (muchas de ellas desconocidas o no recordadas) Un grato paseo por nuestros orígenes, nuestros padres, nuestra infancia, nuestra familia. Algunas muy íntimas, portadoras de lágrimas que nos emocionaron y nos trasladaron fugazmente a tiempos pretéritos. ¡Cómo voló el tiempo o mejor, como “volamos” nosotros en el tiempo! Siempre juntos, inseparables, repetidos. Al final de la proyección aplausos y felicitación a los autores.

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