Miércoles, día 27 de septiembre
LA
LISTEZA DEL RATÓN
Todos señalan que está envuelto en
el asunto de la droga, pero nadie ha podido comprobar nada y será difícil
hacerlo. Está claro que su fortuna, que la puede tener, no es fruto de un
trabajo normal, como el que pudo tener antes dada su juventud y crianza.
Hay cosas que le caracterizan y
pienso que debe tener más de un trabajo. Poniendo como ejemplo lo de su mono
azul, sin mangas, que puede ser por aquello de pretender demostrar que sus
manos, incluso hasta la altura de sus hombros siempre han estado limpias, cosa
de difícil explicación y de creer; así como el enorme crucifijo de oro macizo
que cuelga en su cuello y que le sirve siempre de testigo y al que acude en
cualquier conversación con gran naturalidad, que podría ser por aquello de
haber sido acólito en su niñez y de su relación en esa etapa de su vida con una
familia acomodada de las que tradicionalmente
eran conocidas como católicas ejemplares y que por esta misma relación
también se ha visto envuelta en dimes y diretes populares.
De pronto aparece con una finca que
podía andar por más de cuarenta millones y que vendió hace poco a un concejal y
ahora se embarca en la aventura de un hotel, recibiendo siempre las
correspondientes ayudas oficiales y públicas.
Dicen también que su influencia se
debe últimamente a su actual suegro, marroquí y jefe importante de la Aduana de
Tánger, otra terrible coincidencia con el asunto de la droga.
Todo esto lo digo por su desvelo de mantener una fluida y cordial relación con personas influyentes y que no tiene escrúpulos para forzar situaciones, pudiendo uno verlo en charlas amistosas y profesionales con el mismo alcalde y otros políticos o con gente de su Hermandad, que también destaca en esta tarea, como queriendo pasar por uno más de tantos. De todas formas, lleven o no razón, ya le han puesto la etiqueta de hace años, cuando empezó con aquello de la droga y se inició su aparente fortuna, que hoy no aparece por ninguna parte.
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