sábado, 8 de abril de 2023

RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

Lunes, día 31 de julio

                                    PREPARANDO LA HUIDA TEMPORAL

            No creo que sea absoluta necesidad ni tampoco cobardía, o si se quiere, algunas dosis de ambas. Un año se hace largo cuando no sólo la rutina, sino los continuos problemas te van agobiando y antes de echar a correr decides emprender la huida temporal, lo mismo de que antes de que los problemas te desborden recurres a aplazarlos o ponerlos sobre las espaldas de otros que también están en el mismo barco.

            Lo que entiendan los demás es otra cuestión; no faltarán los que comprendan todo esto ni los que te lo critiquen o te lo alaben, ni los indiferentes, ni siquiera los que por despecho hasta se enfaden del disfrute de esta posibilidad estival; sin embargo, y en esto me da igual, no me preocupa esta cuestión en absoluto. Pienso sencillamente que me hace falta este cambio y me gustaría que todo el mundo pudiera hacerlo.

           Claro que, tan disparatado es pretender que por propia voluntad esos que veranean todo el año y de qué manera dejen de hacerlo, como que los “parados” vayan un mes a descansar cuando su irónico y desgraciado panorama es el de un obligado y desesperado “descanso” y de qué manera también.

            Y es que la tarta está tan mal repartida, que  no es justo hablar de necesidad, ni de cobardía.

 

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