domingo, 30 de abril de 2023

RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

Lunes, día 21 de agosto

        EL VENENO DE LAS COQUINAS, DE SU BÚSQUEDA EN LA ORILLA

         La primera vez te sorprende el movimiento de los adelantados en su conocimiento, hundiendo el talón en la arena, girándolo para removerla, siguiendo con una flexión de tronco hacia adelante y recogida de algo con la mano. 

         Te lo explican, lo que hacen y se aprende en un abrir y cerrar de ojos. Un día te metes entre los sabios y comienzas a coger coquinas sin discriminación; cada captura es un éxito sin pararte en el tamaño de estas y cuando llegas a casa si la mujer es paciente hasta te las prepara.

        Aquello tiene mucha faena y poco que comer y cuando repites tres veces se te olvidan, por ejemplo, en la bolsa y al día siguiente apestan como condenadas. 

         Pasada la primera fiebre llega la calma y casi te olvidas de su existencia; pero otro día, porque la mañana está espléndida, porque el levante es caluroso y junto a la orilla se está mejor, porque otros se entretienen en ello, principiantes y los tozudos de cada día, picas, pruebas y tienes la mala suerte de encontrarte con dos o tres grandecitas y como el que canta una línea en la noche del bingo, te pierdes y tu talón empieza a remover la arena, las flexiones del tronco se repiten y hasta descansas de vez en cuando en la orillita, que se está como en la gloria, lo que es un decir. 

        Y busca que te busca. Lo dejas y vuelves en el menor descuido de tu voluntad a la tarea. Las conversaciones te aburren, porque en la playa casi todas son así de aburridas, aunque se hable de lo mal que lo está haciendo el PSOE y de las próximas elecciones, porque todos coincidimos y tú venga coger coquinas hasta que te llega la hora de la vuelta, en la que por fin te liberas de esta atadura y respiras más que satisfecho y a veces hasta se te olvidan en la playa y qué más da.

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