Domingo, día 6 de agosto
PEDRUCHO, EL DE ISLA CRISTINA
Tiene un chiringuito escondido entre eucaliptos y pinos, a mediados del camino de la playa Central. En las veces que hemos ido no tiene aglomeración de gente, que sí existirá en las horas de baños por ser camino que acorta distancia. Prepara un atún encebollado y con tomate que está riquísimo. De noche tiene, eso sí, un hándicap negativo, el de los mosquitos.
Algunas parejas pasan de largo y se introducen en la negrura de la arboleda para hacer “eso” que la mayoría pensamos. Tiene Pedrucho en su negocio la lentitud de algunos artistas, del que no obliga a nadie, ya que el que acude a su chiringuito es porque así lo quiere. Pero si es famoso aquí y fuera del lugar es por su habilidad para contar chistes, anécdotas, historias de verdad y de humor y en todos los dialectos y lenguas del país.
Claro que en esta ocasión no estuvo como en otras
y es que el programa de Canal Sur “Saque Bola”, al que fue sin éxito alguno,
está descubriendo a tal cúmulo de chistosos casi profesionales, que nos vuelve
demasiado exigentes a sus clientes. De tal modo que cada vez van a tener menos
méritos estos relatos y peor, es que nos identifiquen con esos programitas, a
todos con esta especie, cambiando la peineta, el mundo del toro y otros tantos
tópicos por el del “chiste”. Pudiéndose dar el caso de que cuando alguien se
encuentre con un andaluz, en lugar de preguntarle por su salud, le pedirá que
le cuente un chiste, pero además que sea gracioso. Vamos, hasta exigiéndole que
lo haga como sólo ustedes lo saben contar. Estableciendo un grado entre los
andaluces, de serlo más o menos, según la gracia que su chascarrillo despierte
en ellos.
Olvidándose
por nuestra parte aquello del que la tiene, me refiero a lo de la gracia, es
porque la tiene hasta sin necesidad de buscarla, porque nació con ella, y el
resto, cuando se pasa, resulta ser un “esaborío”, sea andaluz o chino y que no
hay cosa más desagradable del que la quiere tener a la fuerza, que dicho sea de
paso, no es el caso de “Pedrucho”.

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