349 .- NACER Y MORIR, UN JUEGO
Ayer, como en otro ayer,
he muerto en un hondo sueño,
negro agujero del ser
que patrulla en el silencio
de la oscura y fosca noche
que se diluye en el tiempo.
Ayer, como en otro ayer,
he nacido a un vivir nuevo,
que me condena a vivir
instantes de ahora y luego,
migaja de ansiada vida,
que se diluye en el tiempo.
Hoy, como en futuro hoy,
yo moriré en alma y cuerpo,
cuando en la noche se seque
el fluir de mi pensamiento
y el sentir, humano tacto,
se disuelva como el viento.
Hoy, como en futuro hoy,
yo naceré en nuevo huerto,
donde el ayer y el mañana
practiquen el mismo juego
y el as de la cruel guadaña
se disuelva como el viento.
Mañana y otras mañanas,
moriré, sin más remedio,
porque la vida es caduca,
finita, sin más argumento,
y la brisa del morir,
tiene marcado su tiempo.
Mañana y otras mañanas,
naceré, sin yo saberlo,
porque la vida es regalo,
presente, dádiva, obsequio,
y la gloria de vivir
tiene marcado su tiempo.
En ayeres, hoy y mañanas,
páginas de libro incierto,
morimos todas las noches
y, con el alba, nacemos,
hasta que, en una hora aciaga,
un ignoto bandolero,
nos roba preciada vida
y somos, por siempre, muertos.
El Viso del Alcor, 14 de Abril de 2023

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