319 .- AMOR IMPOSIBLE
Viene la Luna alcoreña,
con aires de gran mujer,
paseando por la Vega,
en busca de su querer,
de unos ojazos bien negros
que ella quiere conocer.
Sabe, porque se lo han dicho,
allá, por el terraplén,
que aquellos ojazos negros,
la buscan al anochecer,
para admirar su belleza
y su blanca redondez.
La Luna, henchida de orgullo,
rosa blanca, rosicler,
se para sobre la Muela,
de su amor, quiere saber.
Los amores imposibles,
son del más frágil papel,
se rompen con los suspiros,
mucho antes de crecer.
La Luna de los Alcores,
salvado el anochecer,
en plenitud de la noche,
cuando los sueños se ven,
ha descubierto gozosa,
cerca de la calle El Tren,
el brillo de dos luceros,
destellos de amanecer.
¿Serán los ojazos negros,
los ojos de mi querer?
en silencio, le pregunta
la Luna a su padecer.
Los luceros se apagaron,
la Luna vuelve a su ser,
vaga como enamorada,
que no encuentra su querer.
Los amores imposibles,
son como sueños de ayer,
se olvidan al poco tiempo,
mucho antes de crecer.
La Luna de los visueños,
ha tardado en comprender
que un amor es poco premio,
cuando puede tener cien,
o muchos miles de amores,
en este pequeño edén.
La Luna de los Alcores,
se bebe su padecer,
lágrimas de fina niebla
corren por su blanca piel,
cayendo sobre la tierra
como una neblina de hiel,
que oculta, opaca cortina,
los duelos de su querer.
Los amores imposibles,
son espadín o alfiler,
producen graves heridas
en un antes y un después.
El Viso del Alcor, 15 de Marzo de 2023
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