domingo, 27 de noviembre de 2022

RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

Domingo, día 19 de marzo

                                NOSTALGIA DE LA SEMANA SANTA DE MI NIÑEZ

            Antaño se vivía la Semana Santa de otra manera y bien distinta, lo que no sabría decir si esto era mejor o peor; pero era evidente que el sentimiento religioso me parecía mayor - circunstancias aparte - , por lo menos así lo creo.

            Si en estas fechas se pretendía un mayor acercamiento a La Pasión de Cristo y a su Resurrección, aunque algunos lo entendieran que por decreto de la Iglesia, o se pretendía una mejor reflexión acerca de este hecho que cambió el rumbo de la humanidad, es evidente que se conseguía mucho mejor que ahora.

La ausencia, por ejemplo, de todo tipo de espectáculos, incluso de la mera música, que no fuera religiosa, el recorrido de las estaciones de penitencia, que en el caso de Melilla, suponía casi visitar todas las iglesias de la ciudad, que no eran demasiadas, los desfiles procesionales que comenzaban con el júbilo de la Pollinica, con miles de sencillas o muy laboradas palmas importadas de la misma población de Elche y que terminaban con el encuentro triunfal de la Madre con el Hijo Resucitado en la Plaza de España. La extraordinaria cabalgada de la Hermandad del Real hasta el centro de Melilla, que hacía su descanso casi a las puertas de nuestra casa. El Silencio que nos impresionaba a la chiquillería. Las tracas y el ruido de las latas arrastradas por las calles tiradas de una cuerda celebrando la Resurrección del Señor, el sonar de las sirenas de todos los barcos que por entonces eran muchos a dúos con el repique de las campanas en el sábado de Gloria. Las torrijas y las monas de Pascua. La Pasión del Señor más sentida…

            Y así, se nos fue algo que ya sólo quedará en el más vago recuerdo.

 

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