Lunes, 18 de junio de 2018.
A 340 día de las BODAS DE ORO
MARTINA.
Martina, por error del locutor, Marta Calabuig, consiguió clasificarse primera en su categoría, en la modalidad de aro, en el cierre de campaña de gimnasia rítmica, celebrado en la vecina localidad de Alcalá de Guadaira.
Hasta aquí, intrascendente o de poca relevancia, esta noticia deportiva. Pero, grande, para un “babeante” abuelo, admirador del quehacer deportivo y personal de una de sus nietas.
Trataré, admitiendo la imposible objetividad de estos comentarios, de describir la personalidad de este querido personaje en vía de permanente crecimiento físico y psíquico. Martina es una niña especialmente madura, perfeccionista hasta aburrir, trabajadora incansable, algo tímida, cariñosa con los suyos, excelente amiga de sus amigos y con sobrada capacidad de mejorar en muchos aspectos. Como veréis se me ve el plumero paternalista de abuelo “baboso”, aunque la verdad, en mis apreciaciones, anduvieran muy cerca de la realidad.
Físicamente es un portento de elasticidad, de fuerza y de gráciles movimientos, conseguido todo ello gracias al esfuerzo y a su constancia. En los estudios no renuncia a las más altas calificaciones, lo que despierta, en ocasiones, algunas envidias de compañeros.
Martina es el paradigma de la niña ejemplar, modélica, conservadora de una infantil inocencia, en el buen camino de llegar a ser una joven íntegra y una futura mujer de bien. ¡Ojalá se cumplan estos bonitos, positivos y entrañables deseos de un abuelo prendado de la mayor de sus nietas!
Los demás nietos tendréis que esperar momento propicio para destacar vuestras cualidades y se me vuelva a ver el plumero de abuelo bien nacido.
¡Felicidades, Martina, mi campeona!
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