Miércoles, día 18 de enero
¿DE QUIÉN ES EL COMPLEJO?
Nunca ellos han planteado ponerse ningún artilugio en la
boca para enderezar su dentadura, sino que hemos sido sus padres los que más
preocupados por esto, los hemos llevado al dentista.
Por lo visto el que le colocaron hace un año
aproximadamente, una vez que desapareció, lógicamente, dejó de ejercer su
influencia y nuevamente apareció, aunque más endeble, su deformación bucal.
Nuevamente
volvimos al dentista, que ahora recurre a un aparato fijo en lugar de quita y
pon, lo que si bien es aceptado por ellos, porque son dóciles, en especial por
parte de Daniel que no presenta alteración alarmante, pero que tienen algunos
inconvenientes, tales como su duración o porque son muy visibles, sin saber uno
a ciencia cierta si el complejo vendrá por la dentadura que tienen o por el
aparatejo instalado para tratar de corregirla. Y menos mal que no son visibles
cuando mantienen la boca cerrada.
Sólo
nos queda esperar que este segundo intento tenga más éxito que el primero y que
pasado el tiempo señalado se olviden de su dentadura, así como de los aparatos
que sirvieron para alinear los dientes de forma adecuada.
De
lo que estoy cada vez más seguro, cualquiera que sea el resultado de esta nueva
experiencia, que procuraremos que no haya otros intentos.
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