domingo, 27 de marzo de 2022

NUESTROS RETRATOS

                            Siguiendo con los retratos de la gente menuda de nuestros familiares, aunque ya se van haciendo algo mayores lógicamente con el paso de los años, hoy sacamos a la palestra a una jovencita, que ya desde muy niña asustaba por su saber, que siempre pareció por ello que tenía más edad de la que realmente poseía, y además, adornada con un gracejo natural, que igualmente sorprendía y bonita, como sus progenitores, especialmente como su madre. 

                            Hablamos de Mamen López Pavón, hija de Flori Pavón, merecedora de todos los piropos del mundo, y de nuestro igualmente querido, Diego López, que de niño también era una ricura, y que por ser fortachón y fiel defensor de los suyos, cualquiera a esas edades osaba meterse con sus primos. Ella, que daba gloria verla bailar, sobre todo las sevillanas de su tierra, y hermana de un visueño famoso, jugador de entre otros muchos equipos del Sevilla F.C., Arturo Pavón; y él, hijo  y nieto de otros dos Diego López, bien conocidos en esta localidad de los Alcores por sus bondades: el mayor, por su trabajo en la incipiente, entonces, Caja de Ahorros San Fernando y en la Casa Consistorial de El Viso; así como el menor, por su manera de ser, por su gracia natural y por su desarrollado concepto de la amistad; a los que jamás olvidaremos.

                            


                             ¡A qué era linda la niña, verdad? Y lo bueno, es que lo sigue siendo.


                                                Mamen, en el día de su Primera Comunión.

                                          "Confite" ella, seguro estamos que heredó algunas de las virtudes de nuestra querida Carmen Prada, la "Chata", cariñosamente para nosotros, y que estará más que orgullosa al contemplarte en estas dos estampas, la de cuando recibiste por primera vez al buen Jesús y la de tu hermosa niñez.  

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