NUESTROS RETRATOS

                            los retratos de hoy son de la misma personita, lo del diminuto del tratamiento no es nada despectivo, sino muestra del mucho cariño que le profesamos, ya que se trata de una de nuestras nietas, a la que asomamos aquí cuando era casi un bebé y también por su afición a la lectura y a la escritura, llegando a publicar quince minicuentos suyos, que venían a demostrar una cierta precocidad y una desbordante imaginación. Su nombre es ADELA.

                               ¡Bien linda, verdad? Claro, qué otra cosa puede decir un abuelo de su nieta...Aquí, todavía estaba en preescolar y mostraba una madurez impropia de sus pocos años, una niña muy alegre y trabajadora, que ya nos había sorprendido, apenas cuando era aún más pequeña en la construcción de puzles, con una rapidez que a veces asustaba. 

                                El tiempo vuela, más todavía nos parece a los que vamos concluyendo nuestro paso por esta vida, y ella, el próximo curso, se enfrentara a una nueva experiencia escolar, la del Instituto y ya le aparecen dudas acerca de lo que quiere ser de mayor y por cuál opción se decide.

                                Sigue siendo una excelente alumna, bastante responsable para sus tareas escolares, y su ocio lo ocupa, además de con el móvil, que utiliza como herramienta de trabajo muchas veces y para estar en contacto con sus amigas íntimas, con algo que es habitual en la familia, con algo de escritura y bastante dibujo, cuyas obras cualquier día las colgaremos aquí, para sumarse en este aspecto a la saga nuestra, la de los Calabuig brother.

                                El siguiente retrato refleja la felicidad que le acompañó el día, en plena pandemia, en que por primera vez recibió al Señor, el día de su Primera Comunión, que tuvo lugar el pasado año, y para estos longevos abuelos continúa estando muy linda.