El personaje que traemos hoy es sin duda uno de los que despierta más admiración entre los niños. Se trata de un ejemplar de aquellos soldados de infantería armados con mosquete, que todos bien conocidos teníamos con el nombre, por ello, de "mosqueteros" y que combatieron formando parte de los ejércitos europeos durante los siglos XVI Y XVII y que serían sustituidos en el XVIII por soldados armados con fusiles de avancargas. También a los de caballería con mosquetes, en principio, se les conocía como mosqueteros a caballo, pero con el paso del tiempo se les denominó con el nombre de dragones. Esta designación, sin embargo, sobrevivió en el ejército imperial de Alemania hasta la I Guerra Mundial.
Pero la mayor atracción que teníamos hacia ellos y en tiempos de nuestra niñez y juventud era principalmente debido a la novela de Alejandro Dumas, Los Tres Mosqueteros, que nos contaba las aventuras del joven gastón, D´Artagnan, que marcha con sólo 18 años a París para hacerse mosquetero, y que tendrá como fieles compañeros, después de un primer encuentro no muy favorable, con los que ya eran, llamados Athos, Porthos y Aramis, que terminarían convertidos en inseparables amigos, y que vivían bajo el también conocido lema de "Uno para todos, y todos para uno", que tanto repetiríamos en nuestro habituales juegos de espadachines y con improvisados sables de madera.
Creciendo en el tiempo con adaptaciones de dicha obra tanto al cine como a la televisión, cuyas diferentes versiones continuaron atrayendo nuestra atención, incluso después de dejar atrás nuestra niñez.
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