Seguimos con dibujos de nuestra Colección Azul, realizados con intención de mostrar intenciones de Paz y Guerra, en épocas de nuestra ya algo madura juventud. En el primero de ellos reflejamos ese enorme monumento erigido por los estadounidenses, conocido como símbolo de la libertad de su pueblo, con el contrapunto de que su antorcha no es de luz y fuego que los alumbra, sino de muerte, recordando aquellas bombas atómicas que lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki, que sembraron de dolor al pueblo japonés y lo obligaron a su rendimiento. Por ello, ayer nos producía escalofríos la amenaza del señor de Rusia, el que ordenó la invasión de Ucrania, pensando que esas tierras eran de su propiedad y quería recuperarlas, para aumentar las medallas en su pechera y sin contar con gran parte de los habitantes de dicho país, que quieren ser libres de ataduras impuestas por la fuerza de las armas.
Y el segundo hace referencia a ese afán desmedido de esas dos grandes potencias, que tanto con actitudes frías o con calientes argumentos, pretender dirigir al resto del mundo; cuando la mayoría de los pueblos de este planeta nuestro, lo que desean es encontrarse con esa blanca paloma que anuncia la paz.
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