El dibujo que colgamos hoy esta realizado en tiempos de nuestra juventud; pero desgraciadamente, por muchos años que han pasado, no ha perdido actualidad; la muerte no para de cosechar trofeos, la hambruna campa a sus anchas y es tan abundante que nos ha acostumbrado a su triste existencia, la destrucción es pan nuestro de cada día y las malditas guerras brotan indiscriminadamente en los cuatro puntos cardinales de nuestro planeta.
Tendríamos quince o dieciséis años cuando se realizó este dibujo y ya sentíamos la necesidad de manifestar con él, nuestro primer grito de rebeldía contra la Guerra; contra todas sin excepción alguna. Los pueblos y naciones se desangran y se destruyen en estos crueles enfrentamientos, y nadie gana en ellas; pues hasta los que se tienen por vencedores han engrosado también sus nóminas de muertes, generalmente jóvenes y de criaturas inocentes, a los que no se les dio ni siquiera la oportunidad de gritar "No a la Guerra". En las que, en tiempo de modernidad, los que la provocan y ordenan, suelen estar bien protegidos, sentados en cómodos "sillones", hasta permitiéndose el lujo de ver en la pantalla los éxitos de sus tropas y sus hazañas de destrucción, sin que el miedo reflejado en los ojos de los niños o el lamento de alguno de ellos, diciendo con verdadera tristeza a su madre, en el refugio buscado como defensa, sin comprender nada de esta locura, que él no quería morir, como lo vio el resto del mundo, despertara su remordimiento de conciencia.
Este dibujo es algo más moderno y que cada cual interpreta el mismo como lo quiera entender. Lo que si nos despierta todo lo que está ocurriendo la sensación de que vivimos en un mundo y en manos de más de un loco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario