EL CORAZÓN DEL MUNDO XXI

                             - ¿Por qué no has asistido a la Reunión Estacional?

                            La Sra. de LUTO, sin inmutarse, siguió dibujando con su negrura múltiples y deformes figuras, entre las que empezaba a destacarse su esbelto cuerpo. Ya cerca de la expectante comitiva, extendió sus largos y oscuros brazos, que sostenía la capa que la cubría y de su interior brotaron siniestramente dos personajes que llevaron continuadas ráfagas de frío a todos. CRISTALINO, la piedra de piedrecitas de agua helada, el granizo, y su delicada hermana, la ligera y danzarina DAMA BLANCA, la nieve, hicieron crujir más de una dentadura con su presencia.

 

                            - ¡Seguidnos!, queremos hablar con vosotros.

                            Dijo el pequeño Cristalino, acompañando su chirriante voz con golpes rítmicos, que fueron interrumpidos por un fuerte sonido que hizo retumbar todo el palacio. VOZ DE FUEGO, el trueno, insistía en la pregunta que había lanzado su fiel compañero KATTLE, el ser invisible, con una enorme acritud.  

                          - Contestad antes a la pregunta. ¿cuál ha sido el motivo de vuestra ausencia a la Reunión Estacional?

                           VOZ DE FUEGO sintió en su brazo la presión de la mano de SELENITA, que trataba de detenerlo en su avance hacia la Sra. de LUTO, pidiéndole al mismo tiempo que se tranquilizara y que escucharan a la dama por si decía algo importante.

                           hubo en aquel instante en el grupo un intercambio de miradas llenas de dudas, hasta que por fin, movidos por un impulso casi instintivo, todos dirigieron sus pasos hacia la pequeña habitación que ponía fin al pasillo principal, siguiendo a SELENITA, y tras el trío integrado por la Sra. de LUTO, la DAMA BLANCA y CRISTALINO, que fueron los primeros en penetrar a ella.

                           Era una habitación sin decoración alguna, como preparada para reuniones importantes que exigieran una máxima concentración, sin que existiera ningún elemento que pudiera distraer la atención de los que allí se encontraran, como ocurría en esta ocasión. Sus paredes lisas y limpias eran alteradas sólo en su parte inferior, en su forma, por sillones que sobresalían de ellas mismas. Un único color la cubría en su totalidad, tanto en su techo como en su suelo. Solamente un punto de rojo brillante en este último, que servía para atraer las miradas de los asistentes, y un orificio circulas en la techumbre, por donde entraba un haz de luz que iluminaba la habitación, alteraban la continuidad del color beig claro que la inundaba.

                            Mientras ocurría esto en el Palacio Azul, del Rey Sol, los habitantes de las regiones pertenecientes a los 6 pueblos seguían en sus tareas sin perder ni un segundo. Habían decidido que la Gran Lente y los Espejos de cada pueblo se ubicarían en las tierras de Mennano, que igualmente se encargarían de la construcción del edificio que los cobijara; aunque contando con la colaboración de los más cualificados de los demás pueblos para este tipo de trabajos. Fenómeno este, que estaba propiciando un mejor entendimiento entre todos, por lo mucho que se jugaban.