lunes, 21 de febrero de 2022

EL CORAZÓN DEL MUNDO XVI

         (CONTINUACIÓN DE LA ASAMBLEA DE LOS REPRESENTANTES DE LOS 6 PUEBLOS)

                            Tras la aceptación de Zaño como Presidente de la Asamblea por parte de todos los asistentes a la misma y por el mismo, se pregunta a sí mismo en voz alta: ¿Qué cosa..., podrá sustituir a nuestro Rey, el Sol?,  y Cholina le responde sin timidez: Construir algo, aunque no sepa lo que es, con lo mejor de cada pueblo. Momento que aprovecha Crisped para dar utilidad a las pruebas que aportó y mostró en su primera intervención y que van en la línea de la idea de Cholina, diciendo: Aquí está la sangre de mi pueblo.

                            Basmuk, del pueblo de Cholina, levantando su mano para hablar y en actitud de meditación, sin levantar la mirada del suelo, de forma displicente se pregunta: ¿Y para qué sirve la sangre de un pueblo?...

                            Por un momento, Crisped calla; en tanto que Ahabil, contando con la creencia de que contará con la anuencia del Presidente, Zaño, por pertenecer al mismo pueblo, realiza una nueva oferta, la de buscar la solución en la Religión de nuestros pueblos. Abstracción que hace de nuevo intervenir a Basmuk, para en el mismo tono y disposición anterior, vuelva a responderse con casi la misma pregunta y sin dignarse a mirarlo: ¿Y qué se puede hacer con la Religión de unos pueblos?

                            Ahabil no se resiste a abandonar tan rápidamente su propuesta e insiste en que la religión de un pueblo es su Fe y que está convencido que con esta podrán solucionar el problema. Encontrándose entonces con la intervención directa de uno de los más importantes representantes de los 6 pueblos, como es  Cholina, que con total convencimiento señala que la religión de uno ni de todos los pueblos, en esta situación sirven de nada, que el camino es el de conseguir unir cosas, elementos materiales que sustituyan la energía perdida por el Rey Sol. Muchos son los que asienten con movimientos de sus cabezas las palabras de Cholina, que pasa a terminar su destacada intervención ofreciendo todas las cantidades que sean necesarias de su mormon y de su poli-mormon, así como de sus piedras de Acatamura, que todos saben que son portadores de mucha energía.


                             Pero todos saben que es difícil vencer la obstinación de Ahabil que vuelve al tema tenazmente y con voz firme, señalando que los dioses nos dan equilibrio, que siempre nos ayudaron, sobre todo a su pueblo, desde que fueron expulsados de sus originarios territorios y que está convencido de que en esos momentos que están viviendo también lo harán. Encontrando en esta ocasión algunos representantes que asienten su intervención.

                            Basmuk, cambia de actitud, se pone en pie y dirigiéndose a él, dándole la cara y con un cierto tono irónico, le dice: La verdad, no sé como pueden ayudarnos en nuestra situación, o mejor en la situación en que se encuentra nuestro débil Rey, el dios Sol, los demás dioses o la religión...

                            Ahabil, enfurecido, sin dejar de mirarle a los ojos, le grita, señalándole con su índice entendido, que hay que tener fe, que hay que creer, que hay que hacer el bien... En tanto que Bamusk, con sorna y lleno de calma, con lo que le irrita más, le recuerda, que si hacer el bien es matar a esclavos, como hicisteis vosotros. Ahabil, encendido de ira, intenta dar un paso adelante y es retenido por Zaño, pero no cesa de gritarle repetidamente: Entonces, fue un bien, un bien, un bien...

                            La tensión es grande, el alboroto por aquel duro enfrentamiento aumenta y Zaño se ve obligado, con su mayor fuerza, a sentar a un enloquecido Ahabil, que no cesa en sus gritos y manoteos, y pide repetidas veces, elevando su voz, que haya orden o en su calidad de Presidente suspenderá la sesión. Crisped y Berbu median y también piden calma en señal de respeto al Rey Sol. Cuando baja el ruido y mientras Zaño trata de calmar a Ahabil, Berbu pide que dejaran las discusiones para otro momento, que era mucho lo que se estaban jugando, invitando a todos a que reflexionasen acerca de lo baldío de aquellas disputas, mientras su futuro estaba en riesgo y que con el permiso de la Presidencia, pide que sería conveniente hacer una pausa en el desarrollo de la Asamblea.




  

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