sábado, 22 de enero de 2022

NUESTROS RECUERDOS DE SEVILLA

                                         LA IGLESIA DE LA ANUNCIACIÓN DE SEVILLA

                            Esta iglesia sevillana conocida como de la Anunciación se encuentra en la calle céntrica de Laraña, junto al edificio de la actual Facultad de Bellas Artes. En sus orígenes, en este lugar wse construyó la primera Casa Profesa de la Compañía de Jesús en la ciudad de Sevilla. Se colocó la primera piedra en 1565, según trazas de Bartolomé de Bustamante, superintendente de la Orden; aunque fueron Juan Bautista Villalpando y el Maestro Mayor de la Catedral, Hernán Ruiz, el Joven, quienes finalizaron respectivamente la Casa y la Iglesia, ateniéndose al estilo renacentista de moda en la época.

                            La residencia constaba de un edificio de tres plantas en torno a un patio principal porticado y pavimentado, columnas de mármol, que aún se conservan en la actual Facultad de Bellas Artes. Otro cuerpo de edificio más pequeño, anejo al principal y con patio propio, ajardinado, tenía salida por la calle trasera, llamado antaño de la Sopa y hoy Compañía.

                            A principios del siglo XX, y encuadrada dentro de los trabajos para la Exposición del 29, el arquitecto José Gómez Millán llevó a cabo la dirección de una reforma integral de la antigua fachada, confiriéndole un aire regionalista propio de la época.

                            Tras años de abandono, el edificio es derribado, conservándose tan sólo algunas columnas del patio de la Facultad, la Iglesia, y bajo ella, la cripta, convertida más tarde en Panteón de Sevillanos ilustres, donde está enterrado, entre otras figuras, Gustavo Adolfo Bécquer.

                            La portada del colegio se trasladó al compás del convento de Santa Clara, en tanto que en el espacio que quedó entre la iglesia y el palacio del marqué de la Motilla, esquina a la calle Cuna, se levantó, de nueva obra, el actual edificio de la Facultad de Bellas Artes. Otra señal de la actual dicotomía entre iglesia y universidad es que para visitar la cripta es necesario permiso y acceso a través de Bellas Artes y no directamente desde la iglesia.


                                La fachada de la iglesia es imponente, a pesar de estar parcialmente tapada por un enorme árbol que pide a gritos ser trasplantado a otro sitio. Diseñada por Hernán Ruiz, el Joven, se organiza alrededor de un gran arco de medio punto, estando enmarcada por dos columnas toscanas que sujetan  un entablamento sobre el que se dispone el tímpano.En un primer cuerpo se observan dos hornacinas vacías, sin saberse si siempre han estado así o si en algún tiempo estuvieron ocupadas. en la parte superior aparece, en el centro, un magnífico medallón de la Virgen María con el Niño, obra de Juan Bautista Vázquez, el Viejo. A los lados de este se sitúan otras dos hornacinas con esculturas del siglo XVIII, que representan a San José, a la derecha, y a San Miguel, en la izquierda, aunque este es a veces confundido con San Rafael; sin embargo, su indumentaria guerrera parece más propia del del primero que del segundo.

                                La expulsión de la Compañía de Jesús en 1767 por orden de Carlos III deja abandonado el edificio, lo que aprovecha el entonces intendente de la ciudad, Pablo de Olavide, para trasladar allí la sede de la Universidad de Sevilla, en 1771, desde el colegio Santa María de Jesús, del que hoy solamente queda la capilla, sita en la Puerta de Jerez, esquina con la Avenida de la Constitución.

                                Jesuita este, y afrancesado, Olavide reafirma su función educadora, poniendo en práctica los ideales didácticos de la Ilustración y extendiendo su influencia al ámbito civil, poniendo los cimientos de la educación moderna.. La iglesia se convirtió así en capilla de la Universidad hasta 1956, fecha de su traslado a la Real Fábrica de Tabacos. 


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