FOSO DE HORNABEQUE
Este Foso es uno de los más destacado de la ciudadela española de Melilla la Vieja. Se encuentra situado en el extremo oeste del Segundo Recinto Fortificado, separándolo del Tercero.
El foso fue excavado a mano en 1690, bajo las órdenes del Capitán de Ingenieros Juan Martín Zermeño para separa los Recintos mencionados anteriormente. En 1697 se excavaron unas cuevas a modo de casamata entre este foso y el llamado de los Carneros, que posteriormente fueron utilizadas como almacenes y entre los años 1716 y 1717 se reconstruyó, con un fuerte abalaustrado.
Hasta finales del siglo XIX, cuando se agrandó la alcantarilla que permitía el desalojo de las aguas y se convirtió en el Túnel de San Fernando para permitir el paso de carruajes, el foso era únicamente un obstáculo. A partir de ese momento y con la comunicación que tenía con el Tercer Recinto por medio de una rampa, se convirtió en un elemento neurálgico de Melilla la Vieja.
Hubo un tiempo en que en las cuevas que fueron convertidas en almacenes existía una discoteca, creemos pero con poca certeza que se llamaba El Búcaro, a la que asistimos en algunas vacaciones, ya que residíamos por entonces en la Península, y que aparece en el dibujo; que luego daría paso al Club Juventud, donde los jóvenes melillense se reunían para bailar y pasarlo bien. El caminodel foso, que también se observa en el dibujo, permitía la entrada de vehículos que procedían desde la antigua plaza de los Carros, actualmente de las Culturas. El acceso era posible pasando bajo los cuatro arcos del Puente subiendo una suave rampa en forma de "zigzag desde la entrada. Debido a una rehabilitación que incluía un pequeño túnel para la entrada al foso desde la plaza de de la 4 Culturas, ya no pueden circular y entrar los vehículos al foso, lo que supone una mejora y un cuidado del patrimonio arquitectónico de Melilla la Vieja.
Hace pocos años otra remodelación ha permitido recuperar el pavimento que el recinto tenía en el siglo XVIII, que se encontraba a una profundidad de 1,80 metros bajo el suelo actual, y por motivos de seguridad únicamente se profundiza en desgradado desde 30 centímetros a 80 y se han instalado unas mamparas transparentes para que los ciudadanos puedan apreciar como era tal pavimento y además al final del foso se han puesto tres gradas por si en un futuro se pudieran realizar espectáculos o actividades de cualquier tipo.
El Puente que se conoce con el mismo nombre que el foso y que se ve en el dibujo, el soportado por los cuatro arcos y con un espacio levadizo mediante cadenas y tornos, es el que permite la entrada al Segundo Recinto a través de la conocida como Puerta de la Victoria.
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