Entrega nº 1
LOS ALCORITOS
Como
somos animales de costumbres y mi racionalidad no desea entrar en discusión con
este sabio y popular dicho, y desde bien pequeños entramos en ese hábito o
juego, como se quiera llamar o entender, de coleccionar cosas; por supuesto, de
escaso valor monetario, ya que siempre anduvimos más que cortos en eso del
dinero, en el capítulo de la peseta, de la perra gorda, chica, del real o de
los cincuenta céntimos y más aún de los duros, y qué decir, en cuanto a los que
llamaban billetes verdes, de los que poca
fe o ninguna pudimos dar acerca de su misma existencia.
Resultaba más fácil acudir de niño, por
ejemplo, a los envoltorios de mantecados y polvorones en Navidad, después de
dar buena cuenta de ellos; a las chapas que servían para multitud de juegos, a
los huesos de los albaricoques para fabricar pitos o jugar en las canaletas de
los desagües de las casas; al papel de orillo o de plata que envolvían algunas
chucherías y principalmente a las chocolatinas; a las carteritas del papel de
fumar cuando se acababan estos, en tiempos en que nuestros mayores fumaban
picadura sin prisas y después de pasar un relajado y paciente tiempo en liar un
cigarrillo.
Con los años estos hábitos van cambiando
y pasamos a otros artículos. Aparecerán las bolas de cristal de colores, los
bolones y las estampas, principalmente de futbolistas o de películas como las
de Disney o El halcón y a flecha, de Burt Lancaster; mientras las niñas
preferían los cromos. Y a estos siguieron los “tebeos”, ya que antaño todavía
no nos habían americanizados con el vocablo “comic”, con los que mejoramos
nuestra lectura, además de divertirnos con las aventuras y desventuras de sus
inacabables personajes. Dando posteriormente paso a leer alguna que otra novela
del oeste, que al final desembocaban en las de Zane Grey o por parte de las
chicas en las de Corín Tellado.
Y el abanico se abría cada vez mucho
más, era divertido y sobre todo entretenido coleccionar postales y dentro de
estas las “navidales”, palabra inventada por nuestro querido amigo Luciano
Tejedor, que servían para felicitar estas fiestas tan señaladas del nacimiento
de un niño más que importante, que cambió el devenir del mundo, de nombre
Jesús, o de “rejuntar” cajas de cerillas, posavasos, almanaques de bolsillo y
sobre todo, sellos, muchos sellos, que entonces las cartas no eran especies en
peligro de extinción.
Entonces a nosotros nos dio por
coleccionar, quizás por amor al arte y al buen humor, entre otras muchas cosas,
a los personajes de los tebeos, a las aventuras de estos sintetizadas en una
sola página, tiras cómicas de los mismos; además de personas famosas por
diferentes motivos y actividades, pero caricaturizadas; al igual que saber algo
más de los dibujantes e ilustradores que les daban vida, casi en un diario.
Con el compromiso de asomar a esta
ventana de nuestro blog, Calabuig2, a la que como a las campanas le pondremos
un nombre, el de Ventana abierta a los
amigos de los “Tebeos”, a todas estas criaturas y a los artistas que las
crearon.
Y nada mejor que abrirla por primera
vez para que se asomen a ella “Los Alcoritos”, personajes muy nuestros creados
y dibujados por CLIM en el mítico año de 1992, donde se pensó con toda la
ilusión del mundo en que todos los males de nuestra querida Sevilla y por ende
de nuestra Andalucía se iban a terminar… ¡Qué ilusos somos y fuimos entonces!
Junto a los que se solucionaron, nacieron otros y el mundo, nuestro mundo,
siguió rodando, dando vueltas sobre sí mismo y alrededor del sol, porque así es
la vida nuestra de cada día.
Me encanta...
ResponderEliminarPor fin doy con vuestro blogspot,me habéis gustado siempre ,una admiradora nata,os quiero y ya os podré seguir,abrazos cariñosos a esa pareja de hermanos maravillosos en todos los aspectos
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