Entrega nº 74 – 4 – 6
KLAUS
La
numeración de la entrega no es errónea, sino que responde a una curiosa y
triple coincidencia impensadamente, entre el penúltimo minicuento de Adela, el
titulado “Los lápices mágicos de colores de Martina”, mi tarea casi diario de
“Volver a la niñez, con lápices de colores” y la “búsqueda en el arte de otros
“Calabuig”, que han propiciado que podamos envolver todo ello en un solo
paquete, sin ánimo en principio de continuidad; pero que no me atrevo a decir
esto con absoluta rotundidad.
Y todo ello gracias a una película de
animación que no me costó ningún trabajo el verla en varias ocasiones y además
en un corto espacio de tiempo; confesando que me encantó su visión en todas las
ocasiones.
Se trata de la película “Klaus”. Película
española de animación escrita y dirigida por Sergio Pablos, en su debut como
director y que trata de una visión alternativa y original de la leyenda de Papá
Noel a través de las experiencias Jesper, más que destinado desterrado a una
isla del círculo polar, que se hace amigo de un misterioso carpintero llamado
Klaus, y que fue estrenada en cines el 8 de noviembre de 2019, disponible en la
plataforma Netflix desde el 15 de noviembre del mismo año y que si no llegó a obtener el Óscar a pesar de
ser nominada, si obtuvo siete premios Annie, entre ellos el de la mejor
película de animación, igualmente que el premio Bafta y con dos nominaciones a
los Goyas, por esta misma razón y por su canción original, titulada
“Invisible”, del año 2020.
Jesper
es un joven de familia acomodada a quien su padre, Jefe del servicio de
correos, trata de convertirlo en un hombre de provecho, llevándolo a la
Academia Postal. Pero él en contra de los deseos paternas toma una actitud
apática y se niega a aprender el oficio. En vista de ello, su padre lo envía a
una ciudad, Smereenburg, de una isla casi perdida en el Círculo Polar Ártico
para abrir allí una oficina de correos y además con la intención de que cumpla
una misión casi imposible, la de entregar 6.000 cartas en un año o de lo
contrario sería desheredado.
Al llegar a su destino se encuentra con
que en dicho lugar nunca se han intercambiado cartas entre sus habitantes,
porque la mayor parte de ellos pertenecen a dos clanes que estaban enfrentados
desde siempre. Sin embargo, todo cambia después de conocer a un misterioso
carpintero, llamado Klaus, que vive en una cabaña lejana rodeado de juguetes
fabricados por el mismo, y a Alva, que había sido maestra en otros tiempos.
Un día Klaus encuentra un dibujo de un
pequeño entristecido porque su padre no le deja salir de su casa y busca a
Jesper para que le lleve en la noche uno de los juguetes que tiene en su
almacén; cosa que aprovecha este para que otros muchos niños puedan enviar
cartas a Klaus en solicitud de juguetes y así cumplir con el objetivo impuesto
por su padre. Acompañando esta tarea con la ayuda de la antigua maestra, que
enseñará a los niños a escribirlas. Y aunque los jefes de los clanes sigan
enfrentados, tratando de impedir estos trabajos, todos los actos de generosidad
que se producen, especialmente entre los niños, terminarán por cambiar los
hábitos del pueblo.
La mayor parte de la película se hizo
en la sede de SPA Studios, en Madrid, creado en el año 2000 por Sergio Pablos
junto con su esposa Marisa Román. Él ya había trabajado como diseñador en el
Walt Disney Animation, hasta que en el 2010 idea un proyecto de película de
animación, hecha del modo tradicional, en dos dimensiones y que tenía como base
los orígenes de Papá Noel. Cinco años
más tarde lo presenta en varios festivales para conseguir inversores, pero es
rechazado porque lo consideran bastante arriesgado; hasta que llega a un
acuerdo con Atresmedia Cine y posteriormente en noviembre de 2017, Netflix se
hizo con los derechos de distribución para todo el mundo, que aunque ya había
producido varias series de dibujos animados, convierte a esta en la primera
película exclusiva de este género en su amplio y variado catálogo.
Dos curiosidades para finalizar a la
hora de crear la ciudad donde transcurre la historia se inspiró Pablos en un
asentamiento real, Smereenburg, en el archipiélago noruego de Svalbard, lugar
hoy abandonado y que estuvo habitado
hasta el siglo XVII por neerlandeses y daneses dedicados a la pesca de la
ballena.
Y que la película conto con un equipo
multinacional por más de 250 personas y siguiendo la animación tradicional de
2D, aunque se distinguía de las antiguas experiencias en que en ella se
centraron en la texturización y en la iluminación volumétrica, tanto de los
personajes como de los fondos, que otorgaban al conjunto de una sensación
tridimensional.
(Observad que esta ilustración no es de A.P., sino de Martina Calabuig)
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