Entrega nº 8
Así
vio Adela a la protagonista del cuento de hoy, una simpática espantapájaros que
encuentra amigos en los pequeños, pero no tanto en las aves rapaces y que se
llama LUSI.
LUSI
Hola, niños.
¿A
qué no adivináis quién soy?
Os
daré una pista. Me llamo Lusi.
Estoy
hecha de palos y de paja, sirviendo para
espantar a los pájaros.
¿Habéis
adivinado ya quién soy?
Claro,
soy una espantapájaros.
Mi
dueño me diseñó y me construyó para cuidar que los pájaros no se comiesen su
cosecha.
Un
día estaba yo tan tranquila y apareció una enorme águila que me llevó volando,
pero con tan mala suerte que se me separaron las partes de mi cuerpo y quedaron
repartidas por todo el campo.
Menos
mal que me encontró Ciruelo y me ayudó a recoger todas las partes de mi cuerpo.
Unas
de ellas cayeron sobre un circo que estaba en esos días en el pueblo, otras
sobre la cuadra de unos caballos y las últimas en un gallinero.
Cuando
conseguimos recuperar todas las partes lo más difícil era el volver a la granja
desde el circo; ya que teníamos que atravesar dos bosques que no conocíamos.
Primero el Bosque Encantado y más tarde el Bosque Embrujado.
En
el Encantado había un montón de cosas extrañas, muy raras, como un
Sustodáctilo, que era una especie de dinosaurio. Pero tuvimos una gran suerte,
ya que era de los buenos, así que hasta nos llevó evitándonos peligros hasta el
otro bosque, el Embrujado.
Este
sí que era espeluznante y tuvimos que salir de él por patas, como se dice,
porque en el mismo había una vieja bruja que nos persiguió durante todo el
tiempo para echarnos en su caldero.
Para
coger las cosas que cayeron en la cuadra de caballos no hubo problemas porque
Ciruelo los conocía a todos.
Y
las que fueron a parar al gallinero tampoco, aunque armaron un buen alboroto
cuando fuimos a cogerlas, porque creían que íbamos a por ellas.
Al
llegar a la granja, como no faltaba nada de mi cuerpo, Ciruelo me dejó como
nuevo y a partir de aquel día vigilé más y mejor a las aves, teniendo un
cuidado especial con las rapaces.
Agradecí a Ciruelo su enorme ayuda y
COLORIN, COLORÓN, este espantacuentos se terminó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario