viernes, 20 de noviembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

Entrega 7. Escrito 20

¿CON QUÉ VERDAD O VERDADES NOS QUEDAMOS

 

     ¿Con qué VERDAD o VERDADES nos quedamos, los pacientes y aterrados sufridores del “coronavirus”? ¿Con la verdad de Pero Grullo, con las verdades del barquero, con las verdades como puños o con la pura verdad?

     Demasiadas verdades, claras y oscuras, soportables e intolerables, veraces y engañosas, blancas y negruzcas, limpias y manchadas, creíbles y abominables. Demasiadas verdades para escudarnos en los conformismos, en las apatías, en las indiferencias, en los señalamientos. Demasiadas verdades para olvidar, para culpar, para la cobardía, para el pasotismo. Demasiadas verdades para los silencios, para las huidas, para el no decir, el no hacer o el no luchar.

     ¿Qué VERDADES escogimos para hacerlo tan mal, para convertirnos en líderes mundiales de muertos y contagiados del “coronavirus”? ¿Qué VERDADES inventamos para, sin arrepentimiento, ni misericordia, contagiar y matar a mansalva? ¿Qué VERDADES lanzamos al aire para tapar las ineptitudes, las contradicciones, los errores, los fracasos y los horrores que nos han conducido a un auténtico “estado de excepción”? ¿Qué VERDADES, Pedro y Pablo, implantasteis en nuestra querida España para salvar vuestros costosos “asientos”, a costa de sacrificar a la honrosa vanguardia de sanitarios y colaboradores, mártires y héroes en esta desigual lucha contra el “coronavirus”?

     Desorientados y acobardados, dudamos, a la difícil hora de elegir VERDAD o VERDADES que puedan devolvernos al “paraíso perdido”. Pero no me vengáis ahora, sesudos políticos, con VERDADES A MEDIAS, con VERDADES ENCAÑOSAS, con VERDADES DE IDA Y VUELTA, con VERDADES QUE ENFERMAN Y MATAN, con VERDADES MANCHADAS DE SANGRE Y DE CIENO, con VERDADES MAL OLIENTES y con otras muchas VERDADES FALSAMENTE REGENERADORAS Y SALVADORAS.

      La única VERDAD, SANADORA DE VERDAD, es aquella que os obligue a marcharos, cuanto antes, de la vida política de este País para siempre, con el único equipaje que merecéis, una maleta repleta de los dolores y males que habéis ocasionado a tanto INOCENTE.

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