viernes, 24 de mayo de 2019

DÍA DE MARÍA AUXILIADORA


Viernes, 24 de mayo de 2019.
EL GRAN DÍA LLEGÓ. Mañana la CELEBRACIÓN.

     Hoy, al pasar página, me tropecé de bruces con el 24 de mayo  de un año bastante completito en toda clase de asuntos o temas. Empecemos por lo sencillo, por lo fácil, señalar día en el santoral. Día de María Auxiliadora, advocación en la que tuvieron mucho que ver San Juan Crisóstomo, Don Bosco (el santo turinés) y sus seguidores salesianos. Día importante por estas tierras sureñas y día elegido por mi mujer y por mí, para celebrar nuestra PRIMERA BODA. 25 años después, celebramos la segunda, las BODAS DE PLATA, y hoy, cumplimos fecha para la tercera, las BODAS DE ORO que, Dios mediante, celebraremos mañana.




     Decía anteriormente que el 2019 se ha convertido en un importante año, a tener muy en cuenta, por los muchos acontecimientos vividos que nos afectan a la gran mayoría de españoles, en lo político, en lo social y, por resumir, en lo humano y en lo divino. Y todavía, al ladino año, le quedan meses, semanas, horas y momentos para seguir manteniendo y practicando novedades y primicias de primer orden, que nos seguirán afectando.

    Menos mal que los años, igual que los humanos, tenemos fecha de caducidad y, antes de darnos cuenta, este 2019 dará paso a un bisiesto, el 2020 (bonito en su nomenclatura) del que todavía no sabemos casi nada.

    Es imposible, obviar en día tan señalado para nosotros y nuestras respectivas familias y amistades, recuerdos y vivencias de aquel primer ensayo de BODA celebrado en un lejano 1969. Son muchos los que no podrán acompañarnos en el festivo invento de mañana. José María de los Santos, salesiano de pro, comprometido con su tierra y su gente, Andalucía, que nos casó; nuestros Padrinos; madres, hermanos, tíos, sobrinos y grandes amigos de nuestros mayores y de nosotros. Listado demasiado grande de acompañantes de entonces que, si no fuera por el regalo de hijos, nietos y descendientes de familiares y de amigos, nos hubiéramos refugiado en el más lúgubre refugio de los desposeídos, sin ganas de festejar nada.

     Y en esta partida de breve duración, que iniciamos mañana, nos quedan unas pocas jugadas (sin saber cuántas) y algunos ases, desgastado por el uso y abuso de los mismos, a emplear cuando consideremos oportuno. Solo nos queda deciros, a los que venís detrás, empujando con fuerza, que no nos olvidéis del todo, que nos echéis una manita cuando la necesitemos y que, en un siempre loable, hagáis lo propio, como nosotros, con vuestros queridos vástagos.

     ¡Os queremos y gracias!

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