viernes, 22 de febrero de 2019

VIVE LA VIDA

Viernes, 22 de febrero de 2019.
A 93 días…

¡VIVA LA VIDA!


Cuando la actualidad íntima se vuelve esquiva; cuando las gentes que me interesan se apartan del protagonismo de la actualidad, me quedo en blanco, sin argumentos cercanos para monologar desde este modesto espacio familiar.

Es entonces, cuando recurro a buscar un tema grande. Tema en el que se han gastado, y se seguirán gastando, millones de acertadas y disparatadas palabras; tema en el que, sabios e ignorantes, disputan sus diferenciados saberes; tema en el que los humanos presumimos de expertos y, a la postre, sólo somos parvulillos, novatos o pobres iniciados.

El tema elegido hoy es LA VIDA, necesario atributo de éste escribano, longevo caminante, siempre dispuesto a enredarme en la divagación del aprendizaje.

Mi fiel amigo el Diccionario, al que algún día dedicaré una de mis tareas, me dice que VIDA es el conjunto de las propiedades características de los animales y de los vegetales transmisible a su descendencia.

Así que es ella, LA VIDA, la verdadera maestra, la auténtica y mejor enseñante de todo. En su escuela, en la querida Escuela de LA VIDA, aprendemos que y como es ella, en clases obligatorias y prácticas de 24 horas diarias, sin días festivos, ni vacaciones de ningún tipo.

Con el pasar del tiempo, en los muchos años vividos y en mi obligada y gratificante asistencia a sus clases, descubro su esencia, su grandeza y su miseria. Hoy me atrevo a publicar sus virtudes, a hurgar en sus entrañas y a contar sus conocidos secretos.

VIDA es energía y capacidad de inventiva; es existir y llegar a ser individuo.
VIDA es actividad, animación y vivacidad.
VIDA es tiempo entre el nacimiento y la muerte.
VIDA es modo de ser, de comportarse y de vivir.
VIDA es lo que da valor e interés a la existencia.
VIDA es duración de las cosas.
VIDA son los hechos y acontecimientos de una persona.
VIDA es biografía.
Y VIDA es una gigantesca y repetida aleluya de agradecimiento.

Y en esta misma Escuela de LA VIDA aprendemos a luchar para mejorar la CALIDAD DE VIDA; recordamos LA VIDA PASADA, vivimos el instante de la VIDA PRESENTE y esperamos, esperanzados o desesperados, LA VIDA FUTURA. Jugamos a inventar VIDAS, y hablamos de VIDA ESPIRITUAL, de VIDA SOCIAL, de VIDA PÚBLICA Y PRIVADA. Y huimos de la PERRA VIDA y de las VIDAS AIRADAS Y ARRASTRADAS.

 En los ajetreados tiempos modernos, los dominantes medios de comunicación, nos aficionaron a conocer con morbosa amplitud las VIDAS Y MILAGROS de todo los vivientes famosos.

Y entre todos inventamos, sin descanso, un amplísimo catálogo de expresiones de VIDA, y oímos y decimos con frecuencia expresiones como:

DAR LA VIDA por algo o alguien.
DARLE MALA VIDA a alguien.
COMPLICARSE LA VIDA  con las dificultades.
DEJARSE LA VIDA en algo importante.
SALIR CON VIDA en un accidente.
HACER LA VIDA IMPOSIBLE a alguien.
QUITAR LA VIDA por capricho o por estéril fanatismo.
QUITARSE LA VIDA en la extrema locura.
Estar entre LA VIDA Y LA MUERTE.
ENTERRARSE EN VIDA en la voluntaria soledad.
PASAR A MEJOR VIDA en la no deseada muerte.
DE POR VIDA en los compromisos de siempre.
BUSCARSE LA VIDA, virtud muy corriente entre los visueños.
¡MI VIDA! o ¡VIDA MÍA! en los enamoramientos humanos.
¡QUÉ ES DE TU VIDA! en la amistosa salutación.


Y un largo etcétera de locuciones que enriquecen nuestro lenguaje y nuestra VIDA.

Termino con una corta serie de citas sobre LA VIDA, muestrario del ingenio humano y de la profunda y permanente preocupación del hombre por el mayor y mejor regalo recibido por siempre, LA VIDA.

La VIDA  es un 10 % como la hacemos y un 90 % como nos la tomamos.
La VIDA es una partida de cartas. El éxito no está en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que tenemos.
La VIDA es como el café o las castañas otoñales. Siempre huelen mejor de lo que saben.
La VIDA es como un paraguas. Nosotros somos la varilla, y lo que nos hace falta es... mucha y buena “tela”.
La VIDA es una historia muy bella que siempre, por desgracia, termina mal.
La VIDA es nacer, vivir y morir. No sentimos el nacer, sufrimos al morir y, casi siempre, nos olvidamos de vivir.
A más de uno de los que dicen que LA VIDA es breve, le parecen algunos días demasiado largos.
La VIDA  carece de sentido, por ello hay que darle un sentido a LA VIDA.

Me despido, con el deseo utópico de una FELIZ VIDA para todos y con el destierro a la nada de todos aquellos que se dedican a ARRANCAR Y QUITAR VIDAS por capricho, por miserable fanatismo o por cualquier otro inconfesable motivo.


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