Lunes, 14 de enero de 2019.
A 128 días…
UNA MOTA
DE POLVO EN NO SE SABE DÓNDE.
Si el Universo
es nada, si nuestra Galaxia es menos todavía, si nuestro Sistema Solar es
pecata minuta, si el planeta Tierra es polvo de Estrella, si nosotros somos
minúsculos seres terrenales, ¿Para qué tanta monserga de creer ser centro del
universo? ¿Para qué tanto farragoso enredo de considerarnos algo? ¿Para qué
presumir y vanagloriarnos de nuestros éxitos? ¿Para qué pensar que somos el
ombligo del mundo? ¿Para qué tantos y tantos para qué, obsoletos e inservibles?
Y a pesar de lo
anterior, de no ser casi nada, de andar perdidos, malgastados y desaprovechados
en este, todavía por descubrir, mundo, debemos considerarnos afortunados por
vivir, aunque sólo sea un ratito, en el cómputo general del tiempo, marcador
implacable de nuestra efímera estancia por
estos barrios.
Un bastante menos
de soberbia, de arrogancia, de altanería y un mucho más de humildad y respeto
hacia el resto microbiano, moradores de este infierno o paraíso creado por el
hombre.
Como dijo el
anónimo sabio Don Nadie: “Meditar sobre el hombre de hoy, mejorará, sin duda,
al del mañana, aunque sigamos siendo los enanos microscópicos del universo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario