sábado, 20 de octubre de 2018

Al rescate de Calabuig 2



Sábado, 4 de agosto de 2018.
A 292 días...

 UN PERDON, UN DISCÚLPENME USTEDES.
CONTRATADOS POR IKEA.

     De las cosas más bonitas que existen, el pedir perdón sin pesar, sin costar trabajo, ocupa uno de los primeros lugares en el baremo del comportamiento de los bien nacidos.

     Hace unos días, sin motivo aparente y sin esperar cobrar por publicidad  gratuita, les hablaba de los dos grandes negocios de Costa Ballena, Mercadona y la Farmacia. Y he aquí que cometí el craso error del olvido mayúsculo. No eran dos si no tres las hijas de... sus respectivas madres. Había y hay una tercera en discordia, “La Boutique del Pan”, con una muy buena reforma que le ayuda a merecer el premio de “mina económica ballenera”.

     Al cualquier hora de la mañana, de la tarde o de la noche, ahí está San Antonio abasteciendo de desayunos y tapeos a muchos “balleneros” o del pan nuestro de cada día. Colas interminables, eficientes dependientes, aunque algunos o algunas  se pasen de “esaboríos” en contadas ocasiones. Las reformas realizadas en el establecimiento, ¡Ya era hora! Han llegado en su momento justo, aumentando la clientela y con ello, los empleados y los pingües beneficios.

     Los que no conocen este bonito enclave sureño, les dará igual que sean tres o treinta las empresas punteras; los que vivimos los meses de verano aquí, en Costa Ballena, nos alegramos de estos puntazos económicos, de estas empresas crecientes, de  la mejor atención a los consumidores.


     Por todo lo anterior, termino como empecé, pidiendo perdón de nuevo a los señores propietarios de “La Boutique del Pan”, por mi olvido no intencionado. En cuanto aparezca la cuarta, me veré obligado a destacarla dentro de este coleccionable de intrascendentes y modestos comentarios veraniegos.



CONTRATADOS POR IKEA.

    La segunda parte del día estuvo ocupada en el     montaje de una cómoda adquirida en IKEA, cumpliendo, con ello, el contrato imaginario suscrito  con la citada empresa que nos convierte en imaginarios trabajadores de la misma, si queremos usar, como dueños, la cómoda adquirida.

     Bajo la dirección de Ángel, experto en montaje de artículos de IKEA  y bajo un calor de justicia nos lanzamos a la tarea de cumplir nuestro cometido. Al final de la jornada se nos sumó otro experto en montaje, José Mari, el Palma que nos ayudó a superar la “bajona” de los últimos momentos, los difíciles instantes del acabado con éxito.

     No nos libramos de desandar los caminos, de desmontar piezas para ajustarlas de nuevo. No nos sobró ninguna pieza lo que constituye un gran triunfo. Sudorosos, meritorios de recibir una buena ducha sanadora, sentimos el gozo del trabajo en equipo bien hecho.


No hay comentarios:

Publicar un comentario