lunes, 12 de septiembre de 2011

Versos festivos

Obligado es, desear a visueños y visitantes unas felices fiestas en honor de su Patrona, Santa María del Alcor. ¡Que no falten, en estas jornadas de grata convivencia, chocolates, potajes, ricas viandas y una obligada alegría!

CARTA DE SANTA MARIA DEL ALCOR A LOS VISUEÑOS
(Un año antes de su Coronación)

En mis cuerdos desatinos,
buscando sonoros versos,
entre mis sueños, hallé,
carta, venida del cielo.

Reconocí yo, su origen,
por su sacro matasellos,
inmaculada paloma,
mensajera de altos vuelos,
colombina coronada,
áurea de albos destellos.

La misiva, entre mis manos,
despertó tibios recelos,
temores de pecador
se agruparon en mi pecho.
La dicha y la desazón,
en mi corazón urdieron,
latidos de ritmos locos,
en aquel dulce momento.

Mis temblores se hermanaron,
como la vida y los sueños,
con lágrimas de cristal
que, entre mis miedos, nacieron,
cubriendo cansados ojos
con unos salinos velos,
que me impedían leer
aquel bello parlamento.

Una letra firme y clara
con trazos de amor eterno;
un papel, leve soporte,
reciclado por los vientos,
blanco de pureza y cal,
con ribetes de azul cielo,
flotaban con levedad,
sobre mis frágiles dedos.

Sequé mis húmedos ojos,
con la mente fui leyendo.
Cada palabra leída,
como las aguas, los fuegos,
como los aires, las nubes,
se expandía por los cielos,
de este mi querido Alcor,
buscando oídos despiertos,
queriendo entrar en las almas
de los fieles alcoreños.

Altavoces de ecos dulces,
lanzan a los cuatro vientos,
esencia de aquella carta
encontrada entre mis sueños.

“La gratitud heredada
del Hijo que llevé dentro,
sangre y carne de mi vientre,
de mi gran amor, su dueño,
me invita a manifestar
mi grande agradecimiento,
a todos los moradores
de aqueste singular pueblo,
nacido sobre un Alcor,
para ver más cerca el cielo,
por haberme regalado,
entre canciones y rezos,
honor y bendita gloria
de ser su mejor consuelo,
Patrona y Madre escogida,
Alcora, entre los visueños.

El vuelo breve de un año,
con impaciencia, yo espero,
para verme coronada,
Reina de los alcoreños.

Cuando el campanillo cante
feliz acontecimiento,
las lágrimas derramadas,
los rezos de amor eterno,
los vítores y canciones,
me sabrán a dulces besos,
y en vuestra grata presencia
gritaré a los cuatro vientos,
que aquí me llamáis Alcora,
nombre traído del cielo.”

Verso tomados del libro de poemas "365 y una poesías"

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