Resaca

MELILLA

En mi vetusta memoria,
almacén de mis recuerdos,
busqué, ¡Aventura loca!
estampas de lejano tiempo,
calles, estancias, lugares,
nimios y grandes sucesos,
rostros, caras, personajes,
perdidos en mi pensamiento,
guardados y bien ocultos
en siniestros recovecos,
en viejas estanterías,
en anaqueles desiertos
de una memoria rendida
a la mudez, al silencio,
a la ciega oscuridad,
a las tinieblas del negro.

Olvidada te tenía,
alejada de mi tiempo,
disipada en los guarismos
de otros insípidos juegos,
ocupado, entretenido,
apartado de tus sueños,
de mis horas, de tus días,
de mi vida, de tus vientos,
que, en cercana lejanía,
fueron grandes compañeros.

Hoy se han roto las tinieblas,
hay ventanales abiertos,
se abrieron cerradas puertas,
las cerrazones huyeron,
dejando claras imágenes,
frescores de viejos tiempos,
estampas coloreadas,
presencias, gratos recuerdos
de tu vida, de tu gente,
de la gente de mis versos,
de lugares entrañables,
de raíces y de pueblo,
patrimonios compartidos,
debajo del mismo cielo,
a la orilla de una mar,
y de un: ¡Te sigo queriendo!.