Recién desembarcados de La Ballena, con sus aromas salinos aprehendidos en nuestros cuerpos y hondos, lanzamos a los aires del interior esta
PLEGARIA
Madre Mar, que estás con nos,
benditas sean tus dádivas,
cúmplanse vuestros deseos,
venga a nosotros tu gracia,
en las horas venideras,
en el orillar del alma.
Perdona nuestras locuras,
hijas de flaqueza humana,
ofensas, agravios, dolos,
dislates que, a la mar, espantan,
Ayúdanos a vivir
junto a tus olas sagradas,
regazos, refugios santos
de límpidas esperanzas,
y líbranos del padecer
de tu ausencia, Mar amada.
Así sea, amén, amén,
Madre Mar, Mar anhelada.
Hablemos de teatro: Vudú (3318) Blixen
Hace 3 semanas
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