domingo, 27 de junio de 2010

Poema de un aprendiz de abuelo



UNOS SE VAN Y OTROS VIENEN

Se desgranaban los hijos
conforme fueron creciendo,
cuando los tiempos pasaban
y sus caminos cogieron,
los suyos, ya sin nosotros,
aquellos que ellos quisieron,
para encender sus hogares,
los suyos, con fuegos nuevos
y la soledad nos llega
con ropas de mal momento;
aunque sabio debe ser
el rector de este concierto,
ya que al volar de los hijos
se apresuran nuevos retos,
los que traen bajo el brazo
esos venideros nietos,
que ya en jubilosos años
ocuparán nuestros tiempos.

Entrar en aquesta nómina,
sin jamás sentirme viejo,
de la lista que el tiempo hace,
la de ejercer como abuelo,
es sin duda en estas horas
la que colma mis anhelos,
deseando llegue el día
que me donen primer nieto.
Nieto o nieta, qué más da,
siempre que sea fruto bueno,
nacido de savias nuevas,
brote de amores sinceros,
de esos que venir parecen
de un rincón de lo eterno.

Con poquito me conformo
en llegando tal momento,
con poder ver su carita
y su cuerpo tan pequeño,
sin atreverme en principio
ni siquiera a sostenerlo
entre mis manos que tiemblan,
por verlo tan indefenso.
Con oír primeros llantos,
observar sus movimientos,
a la espera de sonrisas
que me transporten al cielo.
Y poder yo comprobar
como se aferran sus dedos
a cualquiera de los míos
para tenerme sujeto,
buscando complicidad
con el más feliz abuelo.

2 comentarios:

  1. Abuelo, es Diego el menor de los Calabuig?

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  2. Anónimo, no es Diego, es Adela, la menor de las Calabuig.
    Ya pondremos alguno fotito de Diego.
    Abrazos

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