12 .- EL RAPTO DE MI ALMA ( I )
Vagué por sendas estrechas,
subí cuestas empinadas,
gasté suelas y energías
en dolosas caminatas
tratando de rescatar
mi alma, que ha sido raptada.
La etérea poesía,
con dardos de fría escarcha,
hirió en el corazón
y apresó mi débil alma,
atándola a su destino
con finos hilos de plata.
Sin saber cómo, ni cuándo,
quedó atada y bien atada
con los sutiles hilados
de una bella telaraña,
telaraña de cristal
tejida en mil madrugadas
por ilustres artesanos
de las mágicas palabras,
por poetas dedicados
a coleccionar las almas.
subí cuestas empinadas,
gasté suelas y energías
en dolosas caminatas
tratando de rescatar
mi alma, que ha sido raptada.
La etérea poesía,
con dardos de fría escarcha,
hirió en el corazón
y apresó mi débil alma,
atándola a su destino
con finos hilos de plata.
Sin saber cómo, ni cuándo,
quedó atada y bien atada
con los sutiles hilados
de una bella telaraña,
telaraña de cristal
tejida en mil madrugadas
por ilustres artesanos
de las mágicas palabras,
por poetas dedicados
a coleccionar las almas.
que todo silencia y acalla,
que las más intensas luces
con soplos de amor apaga,
y que al fiero desengaño
con el olvidar, amansa,
descuidose el muy ladino,
jugó con dudas sus cartas
y dejó sobre el tapete
horas de verdades caras,
donde los versos se alían,
donde las palabras se aman
y donde las poesías
enamoran a las almas.
que las más intensas luces
con soplos de amor apaga,
y que al fiero desengaño
con el olvidar, amansa,
descuidose el muy ladino,
jugó con dudas sus cartas
y dejó sobre el tapete
horas de verdades caras,
donde los versos se alían,
donde las palabras se aman
y donde las poesías
enamoran a las almas.
salvé simas y montañas,
derroché inútiles pasos
en busca de fiel amada.
La tristeza me domeña,
el fracaso me atenaza
y en mi herido corazón
cunde la desesperanza.
derroché inútiles pasos
en busca de fiel amada.
La tristeza me domeña,
el fracaso me atenaza
y en mi herido corazón
cunde la desesperanza.
los sueños juegan sus basas,
y pronto un sopor profundo
mis sentidos abotarga,
hundiéndome en las tinieblas
de una ensoñación extraña:
Una adusta poesía,
en trono de rico nácar,
con corona coralina
y ropajes de gran dama,
con palabras escogidas
seduce a mi rendida alma.
y pronto un sopor profundo
mis sentidos abotarga,
hundiéndome en las tinieblas
de una ensoñación extraña:
Una adusta poesía,
en trono de rico nácar,
con corona coralina
y ropajes de gran dama,
con palabras escogidas
seduce a mi rendida alma.
El Viso del Alcor, 15 de Octubre de 2025
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