ROMANCERO DEL POETA

11   .-   ¡ QUIERO SER POETA !    ( II )     

        Como embriagado poseso

y ratón de biblioteca,
engullí silentes páginas
de desiguales poetas.

          Me sumergí en bellos versos,

me acerqué a las estrellas
y descubrí los arcanos
de la poesía eterna,
de la que duerme en los libros,
de la que, en los libros, pena.
        Con andares decididos
y machacona firmeza
tomé con los dedos diestros
una dócil herramienta.
        Lápiz de interno carbón
guardado en tierna madera,
dispuesto, con prontitud,
a marcar sus negras huellas
sobre unos blancos papeles
esparcidos en la mesa.

        Unos intentos fallidos

no me producen sorpresa,
sólo ayudan a engordar
una vieja papelera.

        Al caminar, los inicios

usan zapatillas lentas
y en el pasar de los tiempos,
zapatillas de carreras
y, en mí, se repite historia
de novedad y experiencia.
de pasos titubeantes
y de galopadas plenas.
        Al cabo de pocos años
laborando en esta empresa,
me encuentro como empecé,
sigo cumpliendo condena.
        De aprendiz, me titularon,
pero quiero ser poeta,
y, aunque el tiempo se me acaba
y veo lejos la meta,
seguiré gastando lápices,
seguiré buscando fuerzas,
seguiré escribiendo versos
del vivir que nos rodea,
de los sueños inventados,
de todas las cosas bellas,
hasta ganarle a la vida
el título de poeta.

                                                 El Viso del Alcor, 14 de Octubre de 2025