9 .- S.O.S.
Las palabras duermen sordas
en tálamos del olvido
cuando los dejados hombres
multiplican sus descuidos
en el coloquial hablar
y al componer un escrito.
Las complacientes palabras,
hijas de humanos caprichos,
padecen mutilaciones,
desgarros y mil castigos,
voceados con descaro
y con claro desatino
por unas legiones de hombres,
ignorantes y cretinos,
primates depredadores
de vocablos bien nacidos,
quemados en nuevas piras
de modas, de sin sentidos,
de mal gusto, de torpezas
y de locos “esnobismos”.
en tálamos del olvido
cuando los dejados hombres
multiplican sus descuidos
en el coloquial hablar
y al componer un escrito.
Las complacientes palabras,
hijas de humanos caprichos,
padecen mutilaciones,
desgarros y mil castigos,
voceados con descaro
y con claro desatino
por unas legiones de hombres,
ignorantes y cretinos,
primates depredadores
de vocablos bien nacidos,
quemados en nuevas piras
de modas, de sin sentidos,
de mal gusto, de torpezas
y de locos “esnobismos”.
merodea en nuevos limbos
de una crecida Babel
sumida en caduco dicho:
“Todo vale en el hablar
y en el escribir, lo mismo”,
aunque nos cueste entender
lo que nos diga el vecino.
La generación del móvil,
hijastra del consumismo,
maneja rico lenguaje
con usura y nuevos giros,
con desmadrada pobreza
y con chapucero estilo,
rompiendo vetusta norma
enraizada en viejos siglos.
de una crecida Babel
sumida en caduco dicho:
“Todo vale en el hablar
y en el escribir, lo mismo”,
aunque nos cueste entender
lo que nos diga el vecino.
La generación del móvil,
hijastra del consumismo,
maneja rico lenguaje
con usura y nuevos giros,
con desmadrada pobreza
y con chapucero estilo,
rompiendo vetusta norma
enraizada en viejos siglos.
de una tele de bolsillo,
periodistas infiltrados
en un flaco periodismo,
maestros y educadores
en su quehacer, perdidos,
abuelos, padres y proles,
familias y colectivos,
todos padecen amnesia,
todos pecan de lo mismo,
todos parlan como quieren
en aras de su albedrío,
haciendo un flaco favor
al decir de los homínidos.
periodistas infiltrados
en un flaco periodismo,
maestros y educadores
en su quehacer, perdidos,
abuelos, padres y proles,
familias y colectivos,
todos padecen amnesia,
todos pecan de lo mismo,
todos parlan como quieren
en aras de su albedrío,
haciendo un flaco favor
al decir de los homínidos.
en este mundo de grillos;
se nos muere por la boca
como pobre pececillo,
pescado en las turbias redes
de un humano desatino,
y se nos quiebra en las manos
como frágil cristalillo
cuando vagamos ausentes
por las sendas de lo escrito.
se nos muere por la boca
como pobre pececillo,
pescado en las turbias redes
de un humano desatino,
y se nos quiebra en las manos
como frágil cristalillo
cuando vagamos ausentes
por las sendas de lo escrito.
El Viso del Alcor, 11 de Octubre de 2025
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