CUENTOS NUEVOS DE NUEVOS ABUELOS

LA CARMELA, MEDIO MEIGA, Y SUS TRES RAPACIÑOS: GALA, ENZO Y BELTRÁN

(XV)  Sigue su intento de escaparse a través del cobertizo

        Gala, sin salir del susto,
a Beltrán sentado deja
y con paso temeroso
al ventanuco se acerca,
viendo que Enzo, sobre techo
de un cobertizo se encuentra,
y hablándole bien bajito
le señala su estrategia.

        A Gala le falta tiempo

y junto a Beltrán se sienta,
invitándole a jugar
a juego que Enzo se inventa,
saltarán por la ventana
y bajarán una escalera
y corriendo por el campo
volverán con la Carmela.
        Beltrán, que es bien pequeñito,
toma aquello como fiesta
y le falta sólo un poco
para que palmas batiera,
cosa que evita su hermana,
ya que sus manos sujeta,
apuntándoles sonriendo
que en este, mudo se juega,
y el que haga algún ruidito
debe pagar una prenda.
        Beltrán también le sonríe
y un dedo a su boca acerca,
para que Gala se calle
y no deba pagar ella.
        La niña lo coge en brazos
y a la ventana se acerca;
cuando ve a su hermanito Enzo
repite la misma escena,
diciéndole que se calle
para que tampoco pierda.

        Ayudado con gran cuido

en brazos de Enzo le deja
sobre el tejado, que cruje
porque la madera es vieja

y para no hacer más ruidos
los dos pequeños se sientan,
esperando que su Gala
igualmente salte fuera,
encajando la ventana
y que cerrada parezca.

                                              El Viso del Alcor, 14 de Junio de 2025