LA CARMELA, MEDIA MEIGA, Y SUS TRES RAPACIÑOS: GALA, ENZO Y BELTRÁN (XII)
Como
hicieron su trabajo
con facilidad extrema,
por tratarse de tres niños
de edades bien pequeñas,
aparentemente frágiles
y con muy escasas fuerzas,
que nada tienen que ver
con situaciones violentas
a las que tienen costumbre
por ser gentuza de guerras,
en bajo de la posada
han buscado la bodega
para beber unos vinos
y comer carne bien fresca.
con facilidad extrema,
por tratarse de tres niños
de edades bien pequeñas,
aparentemente frágiles
y con muy escasas fuerzas,
que nada tienen que ver
con situaciones violentas
a las que tienen costumbre
por ser gentuza de guerras,
en bajo de la posada
han buscado la bodega
para beber unos vinos
y comer carne bien fresca.
se
va alargando la espera,
de muchas jarras de vino
sin freno dan buena cuenta
y son tales sus excesos
que acaban en borracheras,
convirtiéndose al final
en unas temibles fieras,
alterando la gran calma
que existía en la taberna
con sus gritos y bravatas,
con sus intentos de grescas,
con sus voces malsonantes
y con acciones chulescas,
que obligan a parroquianos
a colocarse en alerta
y al dueño de la posada
a tratar de evitar peleas,
que perjudican negocios
y por los daños que llevan.
de muchas jarras de vino
sin freno dan buena cuenta
y son tales sus excesos
que acaban en borracheras,
convirtiéndose al final
en unas temibles fieras,
alterando la gran calma
que existía en la taberna
con sus gritos y bravatas,
con sus intentos de grescas,
con sus voces malsonantes
y con acciones chulescas,
que obligan a parroquianos
a colocarse en alerta
y al dueño de la posada
a tratar de evitar peleas,
que perjudican negocios
y por los daños que llevan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario