sábado, 24 de mayo de 2025

CUENTOS NUEVOS PARA NUEVOS ABUELOS

NÁQUERA    (IX)


          Menos mal que di con él
para seguir el trabajo.
         Nuevamente con su imagen,
moviendo anteojo despacio,
fui buscando algunas pistas
para poder encontrarlo
sin la ayuda del artilugio
que agrandase lo mirado.
         Una vez que lo tuviera
perfectamente ubicado,
sin perderlo de mi vista
tendría que traginármelo,
debía traerlo al mío terreno
para romper desencanto;
aunque tenía grandes dudas
de poder pronto lograrlo,
ya que estaba en recoveco
escondido y bien alto,
confundido entre las hojas
de aquel longevo pinsapo
que fuera traído del sur
hacía muchísimos años.


        De pronto se me ocurrió
algo asaz disparatado,
buscaría entre los juguetes
que había en el cuarto de trastos
una pistolita de agua
con la que estaban jugando
hacía unos días, varios niños
en la piscina de abajo,
que no llenaría con su agua,
sí con líquido más raro,
con pintura reflectante
que había visto en aquel cuarto.


          Lo pensado en un instante
rápido fue realizado,
como si me dieran cuerda
fui al sótano dando saltos,
recogí lo necesario
y regresé pronto al ático,
llené el pequeño juguete
con aquel líquido extraño,
apunté con grande tino
y al bicho dejé pintado,
no sólo al pobre animal,
sino a lo que era a su lado.
         Después de esta burda tarea
me tomé un corto descanso,
esperándome al ocaso
para acabar el trabajo,
sin olvidar preparar
avíos que eran necesarios,
ganchos de trepar al pino,
linterna para alumbrarlo,
la cajita de habanos
donde al perverso bichito
lo tengo bien apresado,
para meterlo con él
y tengan un mano a mano,
para que aclaren sus cosas
y dejen de hacerse daño.

                                            El Viso del Alcor, 24 de Mayo de 2025

No hay comentarios:

Publicar un comentario