NÁQUERA (X)
Mas cuando llego a mi cuarto
me enfrento a olor extraño,
en toda la habitación
hay un fuerte tufo a quemado
y humo ennegrecido sale
del libro que había situado
encima de la cajita
donde el grillo está guardado.
No se me ocurre otra cosa
que acudir pronto al lavabo,
llenar un vaso con agua
y sobre el libro arrojarlo,
siendo lo más sorprendente
que al entrar en su contacto
el olor se torna hediondo
y el humo se vuelve blanco.
me enfrento a olor extraño,
en toda la habitación
hay un fuerte tufo a quemado
y humo ennegrecido sale
del libro que había situado
encima de la cajita
donde el grillo está guardado.
No se me ocurre otra cosa
que acudir pronto al lavabo,
llenar un vaso con agua
y sobre el libro arrojarlo,
siendo lo más sorprendente
que al entrar en su contacto
el olor se torna hediondo
y el humo se vuelve blanco.
cojo
el misal con un trapo,
que agujereado se encuentra,
y de la caja lo aparto,
dejándolo sobre el suelo
en donde continúa humeando,
y la sorpresa es mayor
al abrirla con cuidado,
pues allí ya no está el grillo,
de cenizas hay un puñado,
esparcidas en el fondo
con clara forma de diablo,
que no me atrevo a tocar
por miedo a ser contagiado.
Colocándome unos guantes
la llevo al excusado,
ceniza tiro al retrete,
se produce un fogonazo
y una sombra endemoniada
por la ventana ha escapado,
después de lanzar un grito
que en Nákera se ha escuchado.
que agujereado se encuentra,
y de la caja lo aparto,
dejándolo sobre el suelo
en donde continúa humeando,
y la sorpresa es mayor
al abrirla con cuidado,
pues allí ya no está el grillo,
de cenizas hay un puñado,
esparcidas en el fondo
con clara forma de diablo,
que no me atrevo a tocar
por miedo a ser contagiado.
Colocándome unos guantes
la llevo al excusado,
ceniza tiro al retrete,
se produce un fogonazo
y una sombra endemoniada
por la ventana ha escapado,
después de lanzar un grito
que en Nákera se ha escuchado.
me
tiene un mucho atrapado,
aunque con gran disimulo
no llamar la atención, trato.
El grito que allí se oyó
tiene al gentío muy alarmado,
así que me decidí
por quedar en el mío cuarto
y no dar mucha importancia
ante el resto de invitados
de lo que había sucedido
en aquel día del verano;
esperando que el tiempo,
con su acostumbrado paso,
hiciera olvidar a todos
aquel hecho inusitado.
aunque con gran disimulo
no llamar la atención, trato.
El grito que allí se oyó
tiene al gentío muy alarmado,
así que me decidí
por quedar en el mío cuarto
y no dar mucha importancia
ante el resto de invitados
de lo que había sucedido
en aquel día del verano;
esperando que el tiempo,
con su acostumbrado paso,
hiciera olvidar a todos
aquel hecho inusitado.
El Viso del Alcor, 25 de Mayo de 2025
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