CUENTOS NUEVOS DE NUEVOS ABUELOS

NÁQUERA    (VI)

         Existe uno, caro amigo,
que mora por el vallado,
y a pesar de la distancia,
de élitros desarrollados,
que cuando dice aquí estoy
en lo duro del verano
a nadie deja dormir
y qué daría por cazarlo.
Tal malicia es la suya, que
batidas organizamos,
pero hasta el día de la fecha
éxito no hemos logrado,
esperando que algún día
y que no sea muy lejano
tengamos la grande fortuna
de que caiga en nuestras manos,
que va a saber lo que es bueno
el maldito condenado.

          Después del ameno paseo

en que recibí estos datos,
acerca de los bichitos
que con la ardilla trataron,
que dicho fuera de paso
me tienen obsesionados,
decido montar estrategias
para cazar al malvado,
encontrar al camaleón,
que andará desesperado
y ayudar a la ardillita
que secreto me ha confiado.
Aprovechando esta estancia
en este rincón serrano
durante las vacaciones
del tan ansiado verano,
gracias a un ser querido
al que quiero como hermano,
esperé con gran paciencia
que apareciera el solano,
a que las calores vuelvan
con brutal subir de grados,
para salir de mi cuarto
bastante bien pertrechado
con linterna pequeñita,
por supuesto, sin calzado,
con redes de cazar insectos
de diferentes tamaños
y una caja de madera
de buenos puros habanos
por si caen en mi celada,
con su aroma emborracharlos.

          Por fin me llegó la noche

con la que estaba soñando,
no se movía ninguna hoja,
con casi cuarenta grados,
las chicharras competían
con los grillos del vallado
y cuando todos descansan
de uno sobresale el canto,
seguro que se tratara
del por Pura señalado,
cómo frotaba sus élitros
el perverso condenado.

                                                   El Viso del Alcor, 21 de Mayo de 2025