FINAL DEL CATÁLOGO DE NUESTRA EXPOSICIÓN
15 .- BILLETE DE 25 PESETAS
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¿A que parece un viejo y antiguo billete de 25 pesetas? El mérito de este dibujo está en que fue realizado cuando Clemente sólo tenía 15 años, cosa que demuestra la fecha que aparece en el mismo, que corresponde a cuando lo terminó, año 1954, y que dio origen a una anécdota que nunca olvidaremos y que paso a contaros. Que un muchacho de nuestra edad tuviera una billete de 25 pesetas, recién pintado, como nuevo, no era habitual y acercándonos al quiosco de María, que existía a comienzos de el parquecito de la Calle General Mola, mujer ya casi anciana y que vivía de la venta de chucherías y con la excusa de que era su cumpleaños e invitaba a una decena de amigos, cómplices del hecho, cuando lo tuvo en sus manos, antes de que nos arrepintiéramos lo metió en el cajoncito donde guardaba la calderilla y se puso dispuesta a atendernos. Empezaron a pedir algunos y a Clemente le dio miedo y dirigiéndose a ella le dijo: ¿Pero, María, se ha fijado usted en el billete? Pues claro, hijo mío, si parecía que lo acababan de sacar del horno - dijo ella, confiando en que fuera la venta de un día de suerte. Pero míralo otra vez, mujer - añadió mi hermano. Ante la insistencia, abrió el cajón y lo volvió a coger y mi repetido le dijo: Dele la vuelta, por favor. Y qué cara puso la buena señora al ver que por detrás estaba en blanco. ¡Dios mío, pero esto qué es! La broma se había consumado, mientras ella no salía de su asombro. Menos mal, que casi todos poniendo sus monedas sobre el pequeño mostrador siguieron pidiendo alguna de sus chucherías y terminó, después de entregarle el billete a Clemente, atendiendo a la chiquillería, que dejó para su negocio algunas pesetillas entre todos; por supuesto que no llegaron a las 25 pesetas; pero supo perdonarnos la broma, porque para eso María era así, como un ángel para nosotros; y si nunca olvidaremos esta anécdota de chavales, tampoco la olvidaremos a ella.
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