80 .- ¡ BUENOS DÍAS, MARCELA ! ( III )
( Entre la Semana Santa y las fiestas de la Cruz )
¡ Buenos días, MARCELA !
Y de los ojos llorosos, de la piel casi de gallina, d los silencios en las salidas de nuestro pasos y de las palmas mezcladas con los acordes del himno nacional, que dicho sea de paso que sin quitarle la importancia a este, por qué no sonará algún en nuestra tierra nuestro himno, el de los andaluces, de las saetas y de las corneta y tambores, en un abrir y cerrar de ojos, pasaremos a tenerlos rojos del fino y de tantas horas insomnio, a la piel sudosa del calor de los toldos y de las chapas de las casetas, a la afonía de tanto cantar o de hablar fuerte, porque las columnas, los altavoces siempre estarán a todo gas, a toda pastilla como dice la gente joven, a las palmas acompasadas de las sevillanas y a repetir hasta la saciedad este año, la del "probe Miguel" y la de "un pino, dos pinos, tres pinos, un pinar" o la de "un carro, dos carros, tres carros, coño, los de Continente"
Soñando con que nos escapemos, como en Semana Santa, del agua, y que para no enfadar a los de antes, de verdad que no nos molestaría que cayera algunas gotitas, no muchas, la verdad, en las semanas.anteriores; aunque sólo sirvieran para asentar el albero.
No, no seas mal pensada, Marcela, que aunque yo no vaya o no suela ir mucho a la primera feria, no le deseo nada malo, que aquello de las "cañas de pescar"ya pasó a la historia, que nosotros seguiremos haciendo todas las ferias de los alrededores, independientemente de que nuestros vecinos vengan o no a nuestras Fiestas de la Santa Cruz.
Ya pronto, dentro de unos días, pocos, comenzaremos la liturgia del montaje de las casetas, porque ya se habrán las reuniones propias de los caseteros para marcar el rumbo de esta tarea. El lógico adecentamiento y preparación de las mismas en los fines de semana que nos quedan, tres para nada más. ¡ Cómo pasa el tiempo ! La ornamentación para el final. Y el recinto ferial volverá a vivir porque así lo queremos un año más y mucho más este, porque se nos va un siglo, que si lo pensamos seriamente, ¡ qué más nos dará !
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